Los cadáveres de dos vecinos, una anciana de 77 años y un concejal de 55, fueron extraídos este martes de entre los escombros, con lo cual suman 42 los muertos por la explosión registrada hace cuatro días en hotel Saratoga de la capital cubana, La Habana.
Según el último balance del Ministerio de Salud Pública, 54 personas fueron además heridas por la explosión y 17 de ellas todavía se encuentran hospitalizadas.
Las lista de fallecidos adjunta incluye esta vez a María Consuelo Alvarez (77) y al delegado del Poder Popular (concejal) del barrio, Juan Carlos Díaz (55), que los vecinos buscaban afanosamente desde el viernes.
Díaz era muy estimado por sus vecinos, cuya vida difícil trataba de mejorar.
“Estábamos pendientes de ese delegado, que todo el mundo hemos sentido, hemos sentido el dolor de todos, pero de él precisamente porque aquí hizo trabajo como delegado en los momentos que fue necesario”, dijo a AFP Lázara Phinney (72), vecina del lugar.
El viernes, el lujoso hotel Saratoga, ubicado en un concurrido Paseo del Prado de La Habana Vieja, explotó al final de la mañana cuando era abastecido de gas.
Este emblemático hotel de cinco estrellas estaba cerrado desde hacía dos años por la pandemia de covid-19 y se preparaba para reabrir al público este martes. Sus primeros cuatro pisos resultaron destruidos.
Roberto Enrique Calzadilla, delegado de la empresa estatal Gaviota, actual propietaria del hotel, señaló en conferencia de prensa que en el momento de la explosión había 51 trabajadores en el edificio.
De esa cantidad se han recuperado 23 cadáveres, tres sobrevivientes se mantienen hospitalizados y 22 recibieron el alta médica. Tres empleados siguen desaparecidos: “dos camareras y un cocinero”.
Calzadilla explicó que estudios preliminares señalan que la arquitectura del hotel tuvo “una afectación del 80 por ciento”.
El turismo es la principal actividad económica de
Cuba
después de la venta de servicios médicos y se ha visto muy afectado por la pandemia.
Interrogada por la prensa, Carmen Casals, portavoz del Ministerio de Turismo, descartó que este accidente fuera a perjudicar la imagen turística de la isla.
“Pienso que la imagen de
Cuba
seguirá siendo un destino de paz, tranquilidad, de seguridad y solidaridad”, aseguró.
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