Sube a 171 el número de muertos por explosión en Beirut

5 de Noviembre de 2024

Sube a 171 el número de muertos por explosión en Beirut

LEBANON-BLAST-FUNERAL

Family members of Imad Zahr al-Din, a worker at the port of Beirut who was killed in the massive explosion a week prior, mourn during his funeral at his home village of Burj Rahal, near Tyre in southern Lebanon on August 11, 2020. (Photo by Mahmoud ZAYYAT / AFP)

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MAHMOUD ZAYYAT/AFP

Family members of Imad Zahr al-Din, a worker at the port of Beirut who was killed in the massive explosion a week prior, mourn during his funeral at his home village of Burj Rahal, near Tyre in southern Lebanon on August 11, 2020. (Photo by Mahmoud ZAYYAT / AFP)
Foto: AFP

A las 18:08 horas locales, las campanas de las iglesias se escucharon y los llamados a la oración en las mezquitas se iniciaron

La enorme

explosión

que destruyó hace una semana el puerto y varios barrios de Beirut ha causado al menos 171 muertos y más de 6.000 heridos, según un nuevo balance del ministerio de Salud divulgado este martes.

El balance precedente elevaba el número de fallecidos a 160. La deflagración en el puerto de Beirut fue provocada por un incendio en un almacén que contenía 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio.

Una semana después de la catástrofe, homenaje a las víctimas

Un grupo que lloraba y expresaba su furia, rindió un homenaje a las víctimas de la explosión que devastó la capital libanesa hace una semana y prometió tumbar a toda la clase dirigente.

El gobierno del primer ministro Hassan Diab renunció el lunes. Pero en la calle, los libaneses quieren también la salida del jefe del Estado, el jefe del Parlamento, los diputados de los partidos políticos, acusados desde hace tiempo de corrupción e incompetencia y considerados responsables del drama por su irresponsabilidad. “Todos quiere decir todos”, claman sin cesar.

A las 18:08 horas locales, las campanas de las iglesias se escucharon y los llamados a la oración en las mezquitas se iniciaron.

A esa hora

Beirut

fue sacudida el 4 de agosto por una gigantesca deflagración en el puerto de Beirut.

“No haremos nuestro duelo, no llevaremos el negro antes de haber enterrado el poder”, dijo un orador frente a la muchedumbre de libaneses, en su mayoría vestidos de blanco, congregados a la entrada del puerto devastado.

A unos kilómetros del lugar, cerca de la sede del Parlamento, ocurrieron choques por cuarto día consecutivo: decenas de manifestantes lanzaron petardos contra las fuerzas del orden que replicaron con gas lacrimógeno.

¿Quién tomará las riendas del país?

La renuncia del gobierno de Líbano abrió este martes una fase de negociaciones y debates para encontrar quien tome las riendas en un país.

Desde el otoño boreal de 2019, el país es escenario de un levantamiento popular inédito, en el que miles de libaneses salen a las calles para denunciar las dificultades económicas que no hacen más que empeorar y a una clase política sin cambios desde decenas de años, acusada de corrupción e incompetencia.

Para apaciguar las calles tras la explosión, el gobierno de Hassan Diab presentó su renuncia el lunes. Pero a una semana exacta de la tragedia del puerto, los libaneses exigen ver a los responsables ante la Justicia y piden que se les rindan cuentas por la negligencia del Estado.

“La república se desmorona”, tituló el martes el diario francófono L’Orient-Le jour.

“El apocalipsis del 4 de agosto fue la manifestación más dura y severa del mal funcionamiento de las instituciones y del aparato estatal”, dijo el diario en su editorial.

Nombrado a fines de enero, el gobierno de Diab estaba formado por un solo campo político, el del movimiento chiita de Hezbolá y sus aliados.

El gobierno se hará cargo de los asuntos corrientes hasta que se nombre su sucesor.

Diab había sido criticado durante varios meses por su incapacidad para responder a la crisis económica, la depreciación histórica de la libra libanesa, la escasez de combustible y la hiperinflación.

La gran pregunta sigue siendo quién lo sucederá, en un país acostumbrado a interminables debates entre fuerzas políticas que pasan varios meses negociando carteras antes de nombrar un gobierno.

Citando fuentes políticas, el diario Al-Akhbar, cercano a Hezbolá, asegura que Washington, Riad y París están presionando para el nombramiento del exembajador Nawaf Salam al frente de un “gobierno neutral”.

Este diplomático con mucha experiencia, que representó a su país en la ONU, había sido juez en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

La posición del influyente Hezbolá y la de su aliado, el presidente del Parlamento Nabih Berri, aún no se conoce, dijo el diario.

Los libaneses permanecen casi indiferentes a los debates políticos. Todavía están en los devastados distritos de

Beirut

limpiando ellos mismos los escombros, mientras critican la inercia de las autoridades.

Pan para dos semanas

El puerto fue arrasado. En un país en medio de un naufragio económico, la tragedia generó inseguridad alimentaria.

Casi un “85% de los alimento de Líbano son importados y pasan por este puerto”, dijo el lunes el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) David Beasley.

Habló desde el puerto, donde un avión descargaba generadores, grúas y elementos para fabricar almacenes temporales.

El objetivo es restaurar determinados servicios “en dos semanas” para asegurar de esta manera el suministro de alimentos del país.

“En este estado, los libaneses no tendrán más pan dentro de dos semanas, por lo que es esencial lanzar estas operaciones”, aseguró Beasley.