Stones en La Habana, (no) es solo R&R

5 de Enero de 2025

Stones en La Habana, (no) es solo R&R

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Foto | @jvillalpandoc / Eje Central

Los británicos terminaron esta noche por afianzarse como "la mejor banda del mundo"

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Las grandes bandas de música forjan su historia con base en espectáculos gigantescos y aunque esta vez no era necesario demostrar nada, The Rolling Stones terminó esta noche por afianzarse como la mejor banda del mundo de esto a lo que se llama Rock&Roll al ofrecer un concierto gratuito ante medio millón de personas -quizá más, quizá menos- en la tan legendaria como desgastada ciudad de La Habana.

Cientos de miles de la capital cubana y de las regiones al interior de la isla, así como de extranjeros de cualquier parte del mundo, presenciaron uno de los conciertos más emblemáticos e históricos en el contexto de mayor apertura de Cuba al mundo y del mundo a Cuba. El recital coincidió, con dos días de diferencia, de la también histórica visita de un presidente estadounidense tras 88 años de enfriamiento de relaciones entre ambos país.

Foto | @jvillalpandoc / Eje Central

Mailin y su amiga Yoslaine son dos chicas universitarias, de no más de 23 años, que no conocían mucho de la música de los más famosos rocanroleros de la lengua de fuera. Vestían apenas unos cortos shorts de mezclilla y camisetas ligeras. Llegaron a la una 30 de la tarde y 30 minutos después corrieron todo lo que pudieron hasta conseguir un buen lugar al frente del escenario. Ellas, junto a otras 50 personas, no dudaron en pagar cada una más de 100 pesos cubanos (aproximadamente 5 dólares estadounidenses) para viajar desde Cienfuegos -a unas seis horas de La Habana- para ser testigos de este histórico concierto.

“Esto es algo nuevo para nosotros, es algo súper extraordinario, súper ‘enpringado'; a pesar de que no los conozco mucho me emociona demasiado, y no veo nada de malo que se hagan estas aquí (en Cuba)”, exclama una de ellas.

Foto | @jvillalpandoc / Eje Central

“Hola Habana, ¡buenas noches mi gente de Cuba!”, fue el primer saludo que se escuchó de la voz de Mick Jagger en un español bastante decente. Sus Satánicas Majestades arrancaron el concierto a las 20:38 en punto y siempre sorprenderán porque a pesar de que todos los míticos miembros que forman esta banda de Rock&Roll rebasan los 70 años de edad, parecen como si tuvieran menos de 30.

El escrupuloso escenario, en el que participó un equipo mexicano de montaje, escupió con fuerza todos los decibeles y destellos luminosos para todo el pueblo cubano que nunca había tenido un espectáculo de este tipo con una banda tan importante como Los Stones.

Mick Jagger refirió un esperanzador mensaje al decirle a los cubanos: “Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra. Pienso que los tiempos están cambiando. Es verdad, ¿no?”

Y entonces se desparramaron esos grandes éxitos de la banda británica que todo el mundo conoce. Jagger dedicó a los enamorados “Angie” e hizo bailar a todos al ‘pintarlos de negro’. Lo mejor de este show es que en el lugar no sólo estaban los “adultos” que se saben aunque sea el estribillo de alguna canción; a este evento asistió toda esa juventud cubana ávida de espectáculos de este calibre.

Mick Jagger siempre es el mandón y no se preocupa en desgastar toda su energía física en el escenario. De repente corre a una esquina y luego ya está del otro lado o atraviesa el pasillo central. En algunos momentos se acerca a “su compadre” Keith Richards o aplaude a Charlie Watts y bromea con Ronnie Wood. Estos longevos monstruos del Rock siguen demostrando que “mantienen” un pacto con el diablo y siguen tocando como si nada. Como si todo.

La Habana está en éxtasis al instante que se escucha el icónico saludo “Pleased to meet You, I hope You guess my name” de la canción que hace referencia al ‘patas de cabra’. Es “Simpathy for the Devil” y la gente grita, tararea la canción y acompaña el ‘uh-uuuhhh’ de forma infinita. La conocida “cabeza de chivo” aparece en todas las pantallas del escenario y el concierto está por acabar.

Mailin y Yoslaine no dejan de brincar, de corear las canciones y de tomar fotos. Se ven emocionadas. A su lado, una extranjera ‘rockea’ durísimo con su novio y buscan el ángulo perfecto para tomarse una ‘selfie’ con Jagger al fondo. Han sido casi dos horas y aún no creen lo que están viviendo.

Las azoteas de las casas aledañas están desbordadas de familias enteras que desde la comodidad de sus sillas ven a lo lejos concierto. Pero muy a lo lejos. No importa, ellos tienen cerveza en mano, bocadillos y algunos mantienen encendida una parrilla. Es hermoso ver tanta alegría para un pueblo que estuvo ausente de este tipo de conciertos.

Luego de un breve ‘encore’, The Rolling Stones regresa al escenario para decirle adiós a Cuba. Jagger se esforzó todo el tiempo por estar cerca de la gente, e hizo lo posible para que su masticado español se entendiera. La entrega fue mutua. El público le respondió con agradecimiento y emoción. Con mucha, mucha “Satisfaction”.

Foto | @jvillalpandoc / Eje Central

Las jóvenes universitarias se acomodaron su mochila y se apresuraron a llegar a la guagua para volver a Cienfuegos con la satisfacción de haber asistido a este memorable e histórico concierto, con el que también concluye la gira latinoamericana “Olé Tour” que visitó varios países de América Latina.

Ya lo sé, es sólo Rock&Roll. Pero me gusta.