Luego de que el presidente de Andrés Manuel López Obrador lo mencionara en la mañanera de este martes; Fernando González Sánchez, líder del Movimiento Nacional Progresista, no se quedó callado y le respondió.
En un comunicado publicado en redes sociales afirma haber estado dentro del círculo más cercano del entonces candidato Felipe Calderón y ser testigo de que la elección del 2006 fue muy competitiva, pero también legal y legítima.
Y es que el presidente López obrador, al hablar sobre el nuevo caso destapado del ISSSTE, aseguró que en el fraude del 2006, le robaron la elección y esto fue orquestado por la maestra Elba Esther Gordillo y su yerno (Fernando González Sánchez).
El primer mandatario mexicano también subrayó que el expresidente Calderón, entregó a la maestra la Secretaría de Educación Pública, pues su yerno fue subsecretario de Educación Básica, por lo que no “cuestionaban los libros (de texto) ni nada”.
Afirmación que fue desmentida por el político diciendo: “cambiamos los libros de primaria que estuvieron vigentes por más de 20 años, actualizamos los de preescolar y secundaria, pero lo hicimos con gradualidad a través de un programa piloto y una etapa de prueba” aseguró.
Añadió que el debate (sobre los libros) fue fuerte en su momento, pero pertinente. Fernando González añadió que se transitó con éxito de un curriculum basado en un inventario de contenidos y criterios de desempeño, “sin demérito de actualizar modelos de medición, acreditación y evaluación”.
Le recordó al presidente mexicano, que luego de que Peña Nieto llegara al poder -incluso con su apoyo- se entendió que la “tozudez y la ignorancia” no son buenas compañeras de la política pública. Y que, además, estas formas “lo posicionaron a él como líder de la oposición coherente y confiable”.
Concluyó que la “crueldad política” no repara nada, pero anima a la reflexión para entender las Alianzas , a los adversarios y aún a los enemigos “que no siempre están del mismo lado ni se entienden de la misma manera”.
Se despidió diciendo que con mucho orgullo era “yerno” de la maestra, pero que también tenía identidad propia como profesional de la política y la educación. CGB
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