En un giro inesperado, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos para el cuarto trimestre ha superado las expectativas al alcanzar un sólido 3.3%, sorprendiendo a los economistas que pronosticaban un modesto 2%.
Aunque esta cifra supera las proyecciones originales, muestra una leve disminución en comparación con el 4.9% registrado en el tercer trimestre, revelan las cifras del Buró de Análisis Económico.
Este sorpresivo desempeño económico, basado en datos preliminares sujetos a revisiones, pinta un panorama complejo para la economía más grande del planeta. La segunda estimación, programada para el 28 de febrero de 2024, promete arrojar luz adicional sobre la situación.
El aumento del PIB real refleja una combinación de factores, desde el crecimiento del gasto de los consumidores hasta incrementos en las exportaciones y la inversión en diversos sectores. Sin embargo, es importante destacar que las importaciones también han experimentado un aumento, lo que podría impactar en la balanza comercial.
El gasto del consumidor, un componente clave para este crecimiento, ha aumentado gracias a incrementos en servicios y bienes. Servicios como la alimentación y el alojamiento, así como la atención médica, han contribuido de manera significativa. En el ámbito de los bienes, los productos farmacéuticos y recreativos, incluyendo los programas informáticos, han encabezado este avance.
Comparado con el tercer trimestre de 2023, se evidencia una desaceleración en varios aspectos clave, como la inversión privada en inventarios, el gasto del gobierno federal, la inversión fija residencial y el gasto de los consumidores.
En términos financieros, el PIB en dólares corrientes experimentó un aumento del 4.8%, ascendiendo a 27.94 billones de dólares en el cuarto trimestre. Aunque este incremento es sustancial, representa una desaceleración en comparación con el 8.3% registrado en el tercer trimestre.
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