El cambio climático es una realidad que debe ser abordada desde varios frentes, y la Agencia Internacional de Energía (AIE) indica que las promesas de varios países de reducir las emisiones a cero no son suficientes. En “Cero neto para 2050. Una hoja de ruta para el sector energético global”, la organización internacional establece que pese a las buenas intenciones, los objetivos que se han acordado en cumbres climáticas internacionales se quedan muy por debajo de lo que se necesita para limitar el aumento de temperatura a los 1.5 grados.
Por este motivo, en su informe, de 224 páginas marcan más de 400 objetivos para el combate al calentamiento global. Entre los principales se encuentra realizar a partir de ahora y hasta el 2030 todos los esfuerzos para el despliegue de tecnologías de energía limpia, como fuentes renovables, vehículos eléctricos y modernización de edificios energéticamente eficientes.
El objetivo principal de llegar a una tasa cero para el 2050, requiere que la inversión en fuentes de energía limpias (solar o eólica, por ejemplo) se triplique a cerca de 4 billones de dólares para el 2030. De cumplirse, se lograría también el acceso universal a la electricidad y a cocinas limpias en todo el mundo, así como la creación de millones de nuevos puestos de trabajo.
La implementación de energías limpias debe a la vez desplazar el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), los cuales deberían desaparecer para 2040. Para este año, la energía eléctrica también deberá haber alcanzado las cero emisiones. Y será en 2045 cuando el uso de las nuevas tecnologías energéticas ya deba ser generalizado. Esto incluye que los autos eléctricos representen la mayoría de los vehículos, y el transporte aéreo se sostenga con biocombustibles. Para las empresas, la norma es que operen con captura de carbono o de hidrógeno.
En 2050, año límite para alcanzar un calentamiento que no afecte las formas de vida y ambiente, la energía solar deberá ser predominante, y se deberá tener plena cooperación internacional para garantizar que las economías en desarrollo tengan el financiamiento y las tecnologías necesarias para que también lleguen a la meta.
Tras la publicación de este informe, senadores demócratas de Estados Unidos presentaron una resolución para descarbonizar el sector energético para el 2035, junto a otras medidas como dejar de subsidiar el uso de combustibles fósiles.
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