Cualquiera podría caer en la tentación de decir que Sofia Coppola debe su éxito a su padre, pero su triunfo en el festival de Cannes consolida su posición como una importante directora por mérito propio.
La cineasta, de 45 años, obtuvo esta distinción por su labor como directora en “La seducción”, un drama de la guerra civil estadounidense que había levantado gran expectativa incluso antes de comenzar.
La cinta es una adaptación de la novela de Thomas Cullinan “A Painted Devil”, que en 1971 fue ya fue llevada a la gran pantalla, entonces protagonizada por Clint Eastwood.
“La seducción” (“The Beguiled”) cuenta la historia de un soldado de la Unión herido, interpretado por Colin Farrell, que llega a un internado de niñas en la Virgina de 1864 en plena guerra civil (de Secesión).
Él intenta seducir a varias mujeres solitarias, encarnadas por Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning, pero al final terminan enfrentándolo.
Es la quinta producción de Coppola, cuyo primer filme independiente, “Las vírgenes suicidas”, se estrenó precisamente en Cannes, en 1999.
Coppola había asistido también al festival en 2006 para presentar el extravagante filme “María Antonieta”, también nominado a la Palma de Oro, y “Adoro la fama” en 2013, que abrió la sección ‘Una Cierta Mirada’ de la prestigiosa cita francesa del cine.