‘Sin restablecer la confianza, AMLO tendrá sexenio perdido': Gustavo de Hoyos
Ante la crisis económica sin precedentes ,es la oportunidad del presidente López Obrador de encabezar un acuerdo considerando las propuestas de los expertos para amortiguar sus efectos y recuperar al país, asegura de Hoyos
Nacido en Monterrey, Nuevo León, y radicado en Baja California, Gustavo de Hoyos Walther conoce bien la dinámica económica de la frontera y la interdependencia que existe entre las industrias de México y Estados Unidos. Por ello, en plena cresta de la pandemia por el nuevo coronavirus y a dos semanas de que se comience a levantar la cuarentena en algunos municipios, el presidente de la Coparmex se pronunció a favor de la reapertura anticipada de negocios en la franja fronteriza.
›Adversario frontal del presidente Andrés Manuel López Obrador, crítico de su política económica y de la cerrazón en el manejo de la crisis derivada de la emergencia sanitaria, De Hoyos aseguró que si el mandatario no hace de la recuperación de la confianza una prioridad para la recuperación económica, su sexenio estará destinado a decrecer.
Antes de la epidemia, Gustavo de Hoyos era visto como un líder opositor, con un proyecto político personal que tenía la mira puesta en las elecciones de 2024. Ahora, en plena confrontación con el Ejecutivo federal por el escaso apoyo para proteger el aparato productivo del país, el dirigente empresarial lo dijo con todas sus letras: “Lo que te puedo decir categóricamente es que no estoy trabajando por ningún proyecto político personal, absolutamente; no tengo expectativas de ser candidato a nada”.
¿Qué opina de la presión del gobierno y de las organizaciones empresariales de Estados Unidos para que México abra las plantas que forman parte de la cadena de suministros?
—Nosotros pensamos que la apuesta que ha hecho el país y que ha apoyado el presidente hacia la integración de Norteamérica es una apuesta acertada. Le hemos reconocido al presidente López Obrador el hecho de que más allá de sus posiciones ideológicas de otros tiempos, ya como jefe del Ejecutivo haya estado respaldando con claridad la etapa final de la renegociación del T-MEC. En este sentido, es importante que puedan abrirse de manera anticipada y selectiva más empresas, de tal manera que México no pierda oportunidades relevantes en las cadenas de suministros.
Al preguntarle si se está poniendo a la economía por encima de las vidas humanas, De Hoyos contestó: “Después de una primera etapa, en la cual se ordenó el cierre de manera sectorial de empresas, hacia donde tenemos que estar evolucionando es hacia un escenario en que aquellas empresas, independientemente de su giro, que puedan garantizar el cumplimento de los más altos y estrictos estándares en materia de protección de la salud de su personal, puedan reabrir; si una empresa puede cumplir con ellas el giro no debería ser ya la premisa fundamental para permitirles o no que estén abiertas”.
Según el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) “si no hay una incorporación simultánea con la activación de las empresas en otros países, de manera muy especial los Estados Unidos, lo que vamos a presenciar es que se van a perder de manera definitiva cientos de miles de empleos, porque las empresas que fabrican estos bienes intermedios, van a perder los contratos que tienen firmados con las empresas que fabrican el bien definitivo, el que va al cliente final”.
¿Fin del sexenio?
—Actualmente, no hay un consenso sobre cuánto va a decrecer la economía mexicana. Las cifras más optimistas son las de la Secretaría de Hacienda que hablan de un -3.9 por ciento; sin embargo hay análisis de entes multinacionales, como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hablan de caídas que pueden ser de doble dígito, inclusive cercanas a un 14 por ciento. En el país, los analistas locales ubican el desplome en 8 o 9 por ciento.
“¿Qué significa esto?”, pregunta Gustavo de Hoyos. Y él mismo se responde: “Considerando que el año pasado, cuando no había pandemia, no tuvimos crecimiento, deseando que hubiera decisiones acertadas, difícilmente iremos creciendo más allá del 1 o 1.5%, en promedio, en los próximos cuatro años. Esto significaría que, en el mejor de los casos, apenas se podría compensar el decrecimiento que va a tener la economía de país”.
El escenario no es muy halagüeño. ¿Cuál es la solución?
—Desde luego, la reactivación escalonada que comentamos hace un momento, pero del lado del gobierno que sea un esfuerzo para restablecer la confianza.
“Hoy, como nunca antes y dada la gravedad de la crisis económica, el gobierno federal tiene que poner como la más absoluta prioridad recuperar la confianza de los inversores domésticos y de los internacionales para que puedan llegar flujos de capital, de otra manera va a ser irremediable que se tenga un decrecimiento durante todo el sexenio”.
“Aquí no puedo dejar de comentar que las últimas medidas no contribuyen para nada a ese propósito, no contribuye en nada que haya habido hasta el día de hoy completa cerrazón por parte del Ejecutivo federal para aplicar algunas de las propuestas que las organizaciones del sector privado en su conjunto le presentamos como una agenda mínima para la recuperación”.
El dirigente empresarial dijo que ve con preocupación que adicionalmente adopte el Presidente nuevas disposiciones contrarias a la generación de confianza.
“Apenas ayer se dio a conocer una decisión que tomó el viernes pasado el gobierno federal a través de la Comisión Nacional de control de Energía (Cenace) en la cual prácticamente está condenando a muerte a muchos de los proyectos de energía sustentable eólica, solar, fotovoltaica que son fundamentales para abaratar el costo de la energía para las empresas y, por lo tanto, darles competitividad. No solamente no hay medidas para enfrentar estos efectos de la pandemia, sino que se están tomando medidas que degradan aún más el ambiente de negocios”, expuso.
Si no hay una incorporación simultánea con la activación de las empresas en otros países, de manera muy especial Estados Unidos, lo que vamos a presenciar es que se van a perder de manera definitiva cientos de miles de empleos”. Gustavo de Hoyos Presidente de Coparmex.
Hermetismo
Recientemente, el presidente López Obrador recibió un documento en el que 262 expertos —académicos, legisladores, dirigentes internacionales, economistas, líderes sociales y empresarios— le proponen un acuerdo nacional para la recuperación y plantean una hoja de ruta para amortiguar los efectos adversos de la pandemia de Covid-19.
Y si continúa con su hermetismo?
—Sería lamentable que el Presidente descalifique el esfuerzo y se mantenga al margen de toda esta riqueza de pensamiento plural que se construyó. Se lo estamos poniendo en charola de plata para que el Presidente pueda encabezar este esfuerzo. Más allá de las diferencias evidentes que tenemos en muchos puntos en muchas políticas públicas, nos parece que en estas circunstancias deberían dejarse de lado para poder tener un acuerdo en lo esencial.
“La gravedad de la crisis que se está gestando no tiene precedentes en la historia contemporánea del país, de tal manera que la visión de Coparmex es que el jefe del Ejecutivo sea lo suficientemente maduro en términos políticos para poner esta coyuntura por encima de cualquier otra visión o proyectos personales o de grupo y que, en su calidad de jefe de Estado; que se ponga por arriba de estas diferencias de ocasión y podamos construir una visión para el crecimiento para todos”.
¿Qué les responde a quienes lo señalan de ser un líder opositor y que tiene un proyecto político personal?
—Esas son las descalificaciones que se hacen particularmente en el círculo inmediato ideológico del Presidente. Yo estoy totalmente enfocado en cumplir con la responsabilidad que tengo al frente de Coparmex. A la Coparmex no le cuesta ningún trabajo coincidir y apoyar cuando vemos que hay propuestas que son favorables al país. Tenemos una gran coincidencia en cuanto a la visión social y ésta se expresa en que el incremento al salario mínimo, que es la propuesta de la Coparmex y que el presidente hizo suya. Igual hemos apoyado sin reservas el esfuerzo en materia de
seguridad con la Guardia Nacional; igual hemos reconocido la visión del presidente para impulsar la integración de Norteamérica.
“Nosotros no tenemos ningún tipo de fobia o de filia. Cada decisión la juzgamos por sus propios méritos y nada nos gustaría más que encontrar con frecuencia puntos de consenso. A lo mejor mi voz parece discordante en la medida que hay una gran beligerancia en contra de las personas que expresamos una posición divergente en temas concretos, pero lo mismo hacíamos con el anterior gobierno; usted recordará momentos de crispación con el gobierno del presidente (Enrique) Peña Nieto”.
Antes de la epidemia, Gustavo de Hoyos era visto como un líder opositor, con un proyecto político personal que tenía la mira puesta en las elecciones de 2024. ahora asegura que no está trabajando por ningún proyecto político personal.