A 24 meses de los sismos de septiembre, cuatro de cada 10 escuelas afectadas siguen sin ser concluidas, además persiste la opacidad en la utilización de los recursos para la reconstrucción, de acuerdo con un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Por los sismos casi 20 mil planteles escolares que atienden a cinco millones de estudiantes resultaron dañados, sin embargo en el 62% de estas se ha terminado de ejercer los recursos que se le asignaron, 6 por ciento nunca ha sido atendido y el 32% restante son escuelas cuya reconstrucción sigue en curso y atienden a 853 mil estudiantes. De ellas, no se conoce el avance de las obras en un tercio.
La autoridad responsable, el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) no ha proporcionado una lista certera de las escuelas afectadas, ni de los recursos ejercidos, mismos que a su vez recopila desde los datos que recibe de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de las autoridades estatales.
IMCO destacó que una de las principales anomalía es que no hay correspondencia entre los datos desde los gobiernos estatales y el federal. Ejemplo de ello es que el gobierno de Oaxaca asignó a la primaria Justo Sierra, ubicada en San Francisco Telixtlahuaca, 3.3 millones de pesos para su reconstrucción. Sin embargo, el plantel no aparece en el listado del Inifed.
Como la primaria Justo Sierra existen 110 planteles más con una población estimada de 20 mil alumnos.
Además, en 50% de los 5 mil 411 inmuebles asignados al programa Escuelas al CIEN no se tiene información sobre el ejercicio de los 2 mil 318 millones que les fueron programados.
Pero la ausencia de coincidencia de recursos no es la única irregularidad. Hay 437 inmuebles cuya catalogación de daño no coincide entre fuentes federales y estatales. Además, algunas escuelas se reportan con más de un nivel de daño. Otras 65 escuelas reconstruidas por organizaciones privadas, a petición de las autoridades gubernamentales, no han sido incluidas en el listado de planteles dañados.
El IMCO enfatizó que la desaparición del Inifed genera incertidumbre sobre el desarrollo de capacidades gubernamentales para responder a catástrofes de la magnitud de los sismos de 2017.
La SEP necesita un sistema de datos que simplifique y consolide los procesos de generación de información que empiezan en las escuelas, pasan por los gobiernos estatales y llegan hasta las autoridades federales, concluyó el Instituto en su informe. NR