En Estados Unidos, particularmente en el Departamento de Seguridad Interna, suben las molestias contra el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Dicen los que saben que por más pláticas que han sostenido con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sobre reforzar la seguridad en la frontera sur mexicana, no ven que en Bucareli le estén dando prioridad alguna al tema, salvo en los discursos. Se había acordado que el responsable directo de ver el tema, junto con Osorio Chong, sería Humberto Castillejos, desde la conserjería jurídica de la Presidencia, pero no sólo no hizo nada, agregan los que saben del malestar washingtoniano, sino que, a su renuncia, para preparar su boda, dijo, dejó todo suelto. La preocupación del gobierno de Estados Unidos es que ya tienen amenazas reales de terrorismo. Por ejemplo, en Chile recién desarticularon una célula de Hezbolá y detectaron reclutadores para el Estado Islámico mediante mujeres que viajarían a Siria e Irak a casarse con terroristas y regresarían con ellos con la residencia. La negligencia, como consideran en Washington, sólo ha sumado los puntos negativos que viene arrastrando allá Osorio Chong desde hace un buen tiempo.