En México —considerado, por la organización Artículo 19 como el país más riesgoso para ejercer el periodismo en el mundo—, desde la tribuna de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió una vez más, en contra de los periodistas que firmaron y difundieron un desplegado el pasado 21 de diciembre, en el que le piden cesar “el hostigamiento que ejerce contra periodistas críticos” de su gobierno.
Durante la mañanera de este lunes, el mandatario federal reaccionó y acusó a los firmantes de ser los mismos que en 2011, durante el gobierno de su antecesor Felipe Calderón, acordaron un “pacto de silencio” en torno a la cobertura de la denominada “Guerra contra el narcotráfico” y sus efectos en el país.
Bajo la premisa de que en su administración se respeta la libertad de expresión y que no se reprime a ningún medio de comunicación, en el Salón Tesorería, López Obrador los exhibió, pidió mostrar sus rostros y decir sus nombres.
Con la proyección de una fotografía de la presentación de Iniciativa México, pidió que se mencionaran los nombres de los medios y sus trabajadores que se presentaron y pactaron “no hablar del alto índice de letalidad de civiles”.
“Es una foto en donde convoca a todos los medios de información para guardar silencio, creo que fue en el 11, que fue el año de más enfrentamientos y del mayor índice de letalidad, 2011, son los que ahora están contra nosotros”, señaló.
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A solicitud del presidente, Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia, identificó en la foto y mencionó a periodistas como Pedro Ferriz de Con, Joaquín López Dóriga, Denise Maerker, Carlos Puig, Ciro Gómez Leyva, Maricarmen Cortés, Roberto Rock, José Cárdenas, Javier Alatorre, Carlos Loret de Mola, Carlos Marín y Pascal Beltrán del Río.
También señaló a los dueños de las dos principales y más fuertes cadenas de televisión nacional: Emilio Azcárraga de Televisa y Ricardo Salinas Pliego de TV Azteca, a quienes en reiteradas ocasiones el Presidente ha criticado.
López Obrador aseguró que aquellos periodistas que unieron sus voces en apoyo al comunicador Ciro Gómez Leyva, quien sufrió un atentado el pasado 15 de diciembre, pueden sacar un manifiesto diario y seguir atacando a su Gobierno en periódicos, radio y televisión, aunque “no tienen autoridad moral”.
Así, mientras siguen los ataques sistemáticos contra la prensa desde la tribuna presidencial, México cierra el 2022 como el segundo país, tan solo por debajo de Ucrania que está en guerra, con la mayor cantidad de periodistas asesinados.
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