El doble Hoy no Circula está descartado, pese a que la población respirará aire tóxico durante una semana
Francisco Pazos
Las condiciones meteorológicas han mantenido a raya a los índices de contaminación, sin embargo, los pronósticos proyectaron siete episodios críticos, en los que un doble Hoy No Circula fue descartado.
Al menos siete eventos críticos por concentración de ozono, en los que el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca) romperá el techo de los 150 puntos, ocurrirán durante 2017.
Esto significa que, durante una semana, los habitantes de la Ciudad de México y de los municipios conurbados respirarán aire tóxico contaminado principalmente por ozono y partículas menores a 10 (PM10) y 2.5 (2.5PM) micras, que pueden llegar y alojarse en las vías respiratorias secundarias con un alto riesgo para la salud.
A pesar de esto, la aplicación de un Hoy No Circula ampliado, que implique la restricción para circular a vehículos con holograma de circulación 0 y 00, como ocurrió el año pasado para mitigar las emisiones de gases y partículas contaminantes, fue descartada. No habrá un doble Hoy No Circula, aseguró la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
“Cuando tengamos una Fase 1 sólo se va a incluir al holograma 1 y 2 y ya no tendremos una afectación a los hologramas 0 y 00, salvo, esto lo permite el programa, que lleguemos a un escenario de concentraciones que pongan en riesgo la salud”, entonces se podría incluir a todos los vehículos, “pero lo veo muy difícil de acuerdo con los pronósticos”, explicó Martín Gutiérrez Lacayo, coordinador de la CAMe.
De momento, la concentración de este tipo de contaminantes permanece a raya, explicó el funcionario federal por un “extraño” alargamiento de la temporada de frío que aún arroja vientos y humedad desde el norte del continente.
Pero una vez que las condiciones climatológicas se estabilicen y el calor llegue a la región centro del país, las reacciones fotoquímicas serán favorables para la generación y concentración de ozono en la atmósfera, poniendo a prueba las modificaciones a la normatividad y las políticas públicas que resultaron de la crisis medioambiental de 2016.
Los últimos frentes fríos de la temporada han dejado vientos con rachas mínimas de 15 kilómetros por hora, lo que ha propiciado la dispersión de la contaminación, explicó Gutiérrez Lacayo; sin embargo, “un viento que es complicado para el ozono es el que es menor a 5 kilómetros por hora”, que forman parte del pronóstico para la temporada de calor.
La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) ha tenido la fortuna de contar con la ayuda del clima, “pero sin duda estos sistemas que son estacionales van a cambiar y estaremos previendo que en toda la temporada tendremos de cuatro a siete episodios”, detalló el titular de la CAMe en entrevista con ejecentral.
›Con esto, la proyección de las autoridades federales para 2017 muestra una reducción de 50% en el número de días en que el Imeca rebasará los 150 puntos, etapa considerada muy mala para la salud para la población en general, y de los que en 2016 sumaron 14 días, con un pico el 14 de marzo cuando la jornada cerró con 203 puntos por concentración de ozono.
Gutiérrez Lacayo consideró que, si bien no “se debe bajar la guardia” para monitorear la calidad del aire, la megalópolis, integrada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y los gobiernos de la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, está mejor preparada con una red de 200 estaciones de monitoreo Centinela y la posibilidad de pronosticar hasta con 24 horas de anticipación la calidad del aire para la región.
A pesar de esto, el Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat) tan sólo ha registrado cinco días limpios con 50 o menos puntos Imeca, lo que significa que en al menos 72 días que han transcurrido en 2017, la calidad del aire ha sido de regular a mala, es decir de un rango de “aceptable” a “dañina para la salud de los grupos sensible”, es decir niños, adultos mayores, deportistas y personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Megalópolis estancada
Aunque este año, de momento, por las condiciones meteorológicas que han prevalecido una crisis de contaminación ambiental como la del año pasado ha sido descartada por la CAMe, como muestra el registro histórica del Simat, la calidad del aire que se respira en esta región del centro del país sigue muy por encima de la norma internacional que establece los índices máximos de concentración de contaminantes.
Esto ha provocado una crítica desde las organizaciones civiles que cuestionan si los episodios de contaminación del 2016 que ocurrieron entre finales de febrero y mayo dejaron algo como aprendizaje a la Ciudad de México.
Hasta el momento, las concentraciones de ozono y de partículas menores a 2.5 y 10 micras no han alcanzado los índices críticos a los que llegaron en 2016, que obligaron a restringir la circulación a todos los autos, sin importar el holograma de verificación que hubieran portado.
Sin embargo, la ciudad, sus habitantes y las autoridades no tienen memoria, y de no ser porque las condiciones climatológicas que prevalecen en la zona centro del país han mantenido a raya un repunte de los criterios medioambientales, la capital y los municipios conurbados enfrentarían de nuevo una crisis de contaminación.
Esto significa que, existe una alta probabilidad de que “nos mantengamos con la misma calidad del aire que el año pasado ya que no ha habido un gran avance en las medidas” que, principalmente desde el gobierno federal fueron planteadas durante y después de la crisis ambiental del año pasado, dijo Jorge Macías, director de Desarrollo Urbano en el World Resources Institute (WRI) México. Macías explicó que la proyección para los próximos meses es que la ciudad mantenga índices fuera de norma por concentración de ozono, que es el gas criterio que más problemas genera en el Valle de México y que en una medición promedio anual se ubica en 100 microgramos por metro cúbico por cada ocho horas; que es el doble de lo que establece la Organización Mundial de la Salud como límite seguro.