Si abandonas tus propósitos de Año Nuevo, “culpa a la economía”

27 de Noviembre de 2024

Si abandonas tus propósitos de Año Nuevo, “culpa a la economía”

propósitos de Año Nuevo
Foto: Canva

Al buscar excusas para justificar nuestros fracasos, a menudo decimos cosas que afectan la imagen que los demás tienen de nosotros

Los propósitos de Año Nuevo se suelen hacer con las mejores intenciones: se busca, por ejemplo, cuidar mejor de la propia salud, ver más a la familia y a los amigos, tener más disciplina en ciertos aspectos de nuestra vida, como el trabajo, la comida o el ejercicio, para obtener mejores resultados; sin embargo, los motivos que tenemos para no cumplir los propósitos no suelen estar claros, ni siquiera para nosotros mismos.

Más allá de los problemas, o la continuación de los mismos, que implica el abandono de los propósitos, diversas investigaciones han demostrado que las personas que no cumplen sus propósitos (en general, no sólo los de Año Nuevo) suelen ser percibidas por quienes les rodean como que carecen de autocontrol, lo cual “es esencial” para que se tenga confianza en ellos, explica Janina Steinmetz, de la Bayes Business School.

Seis experimentos y dos excusas

En un artículo publicado recientemente en el European Journal of Social Psychology, Steinmetz analiza seis experimentos hechos previamente para averiguar qué “excusas” (es el término que utiliza, implicando que no son las razones reales) funcionan mejor para mantener una buena imagen de la persona.

Y lo que encuentra es que culpar a la falta de dinero es una mucho mejor excusa que decir que no se tiene tiempo para cumplir con los propósitos. Por ejemplo, da una mejor imagen decir que no le alcanza para pagar el gimnasio que decir que no tiene tiempo para ir.

En general, indica que parece más conveniente para preservar una buena imagen justificar que no se cumplió a causa de factores externos y fuera de nuestro control, en lugar de atribuirlo a factores que podemos controlar, como el tiempo o la disposición.

Conclusiones relevantes

Steinmetz señala que su estudio tiene diversas limitaciones, empezando con que el cumplimiento de muchos propósitos no necesariamente está relacionado con las finanzas personales ni con el tiempo, que son las variables estudiadas. Aun así, la investigadora, hace conclusiones relevantes.

Por ejemplo, la gente suele justificar que come comida rápida y poco sana porque no tiene tiempo de comprar y cocinar alimentos saludables, así que los formuladores de políticas y los comercializadores de productos saludables, “podrían centrarse en la posible controlabilidad de dedicar tiempo a cocinar y comer alimentos saludables, dando así menos credibilidad a una justificación tan común”, escribe.

También señala que se ha demostrado que las personas “a menudo descuidan las perspectivas de los demás cuando comunican su propio éxito y, por lo tanto, socavan la gestión de las impresiones positivas”; así que los hallazgos de la propia Steinmetz “muestran un patrón similar a la hora de comunicar fracasos”.

“(L)as personas se centran demasiado en el tiempo como excusa, presumiblemente porque esta excusa de mayor estatus y mayor competencia”, ya que no revela falta de dinero, “parece más beneficiosa para ellos mismos”.

Cabe destacar que la investigación, centrada en el manejo de la impresión que causamos (impression management), no indaga sobre las consecuencias que tendría dejar de lado excusas y justificaciones y tratar de encontrar los verdaderos motivos por los que no pudimos cumplir nuestros propósitos.

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