Las sequías representan sólo el 15% de los desastres naturales, pero entre 1970 y 2019 son los que cobraron el mayor número de víctimas humanas, aproximadamente 650 mil muertes a nivel mundial. Desafortunadamente estos fenómenos climáticos van en aumento, y desde el año 2000, su número y duración han aumentado en un 29 por ciento.
Estas son algunas de las cifras de Sequía en números 2022, el informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) publicado hoy para conmemorar el Día de la Sequía en la 15 Conferencia de las Partes de la UNCCD (COP15) que se lleva a cabo en Abidjan, Costa de Marfil.
“Todos los datos y cifras de esta publicación apuntan en la misma dirección: una trayectoria ascendente en la duración de las sequías y la gravedad de los impactos, que no sólo afectan a las sociedades humanas, sino también a los sistemas ecológicos de los que depende la supervivencia de toda la vida, incluida la de nuestra propia especie”, alertó Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la UNCCD.
Como ejemplos de esos datos, se pueden mencionar que de 1998 a 2017, las sequías causaron pérdidas económicas mundiales de aproximadamente 124 mil millones de dólares, o que en 2022 más de 2 mil 300 millones de personas enfrentan estrés hídrico, por lo que casi 160 millones de niños están expuestos a sequías severas y prolongadas.
Si bien los peores efectos por sequías han sucedido y se esperan en África y Asia, en el continente americano destacan las afectaciones en México y Centroamérica. Destaca que el “85% de México estaba en condiciones de sequía en 2021, pues lagos y otros cuerpos de agua del país se secaron”, señala el informe, y que la Ciudad de México experimentó en ese año su peor sequía en tres décadas.
También subraya, por las consecuencias sociales que ha tenido, el dato de que 6.4 millones de personas perdieron sus cosechas en 2021 en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, lo que es casi el triple de las afectaciones que hubo en 2019 por sequías, cuando fueron 2.2 millones de personas las perjudicadas.
Hacia el futuro, se estima que 700 millones de personas correrán el riesgo de ser desplazadas por la sequía para 2030 y que para 2050 las sequías pueden afectar a más de las tres cuartas partes de la población mundial.
“Estamos en una encrucijada”, dice Thiaw. “Necesitamos orientarnos hacia las soluciones en lugar de continuar con acciones destructivas, creyendo que un cambio marginal puede curar la falla sistémica”.
Y agrega: “Una de las mejores soluciones es la restauración de la tierra, que aborda factores subyacentes de los ciclos degradados del agua y la pérdida de fertilidad del suelo”.
El episodio de calor extraordinario que golpeó América del Norte en junio de 2021, con un récord de 49.6 grados en Canadá, habría sido “casi imposible” sin el calentamiento global.
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