El Monitor de Sequía de México muestra que gran parte del territorio nacional se encuentra entre sequía de anormal a una severa, lo que podría traer efectos negativos a los cultivos del país y un golpe económico para agricultores y consumidores, al reflejarse en precios más altos en ciertos productos de consumo básico.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé que las lluvias comiencen a caer en abril y mayo, aunque no se descarta que este año sea uno de los más calurosos para el país.
“Sí llovió (el año pasado), pero no como se requería. Ahora esperamos que si llueva porque fue muy poco lo que se cosechó, menos de dos toneladas por hectárea”, señala don Luis Pérez, un productor de maíz de 72 años que labora en San Andrés Timilpan, estado de México.
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Don Luis recuerda que en la siembra del año pasado no pusieron el fertilizante adecuado por los altos costos que se dispararon tras la guerra en Ucrania; en promedio, una hectárea da entre cuatro y cinco toneladas de maíz.
Y aunque han bajado los precios, para los pequeños campesinos en México es un reto poder comprarlos y acceder a un crédito para adquirirlos es muy complicado, “pero si no llueve, pues no se puede pagar la deuda y ya es doble pérdida, no tenemos para nosotros y también debemos el capital”, explicó a ejecentral el agricultor con más de 50 años cultivando la tierra.
Según el mapa de calor que elabora la Conagua, sólo el sureste y una muy pequeña parte de la región norte del país no tienen problemas de sequía, mientras que las regiones centro y norte ya presentan un estiaje de moderado a severo.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el 75 % de los cultivos mexicanos es de temporal, lo que quiere decir que es una actividad que depende mayormente de los ciclos de lluvia. Por tal motivo, la sequía puede reducir significativamente el rendimiento de lo sembrado o en situación extrema perderse parte de la producción.
Datos oficiales muestran que 80 % de la agricultura en México la desempeña el pequeño productor o agricultor, que en términos llanos son personas con recursos limitados y que dependen en gran medida de que los ciclos climáticos no se alteren.
El año pasado, los precios de la tortilla y de otros productos como el aceite comestible fueron empujados por la guerra desatada entre Rusia y Ucrania, dos de los mayores productores en el mundo de cereales y fertilizantes, pero en México se agudizó aún más por la falta de lluvia y lluvias tardías, además del incremento en los energéticos.
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