Un grupo separatista baluchi amenazó el miércoles con nuevos atentados contra intereses chinos en Pakistán, al día siguiente de que reivindicara un atentado en Karachi (sur), en el que murieron tres chinos.
Tres profesores chinos y su chofer paquistaní murieron el martes cuando una mujer kamikazese se hizo estallar frente a su vehículo, en la entrada del instituto cultural chino Confucius, en el campus de la universidad de Karachi.
El Ejército de Liberación de Baluchistán, que es uno de los grupos que exige la independencia de esta gran provincia del suroeste de Pakistán, fronteriza con Afganistán e Irán, reivindicó el atentado suicida.
Cientos de combatientes, hombres y mujeres, “están dispuestos a realizar ataques mortales en todo Baluchistán y Pakistán”, dijo el miércoles el portavoz del Ejército de Liberación de Baluchistán, Jeeyand Baloch, en un comunicado.
Advirtió a Pekín del riesgo de ataques “aún más duros”, al menos que China ponga fin a sus “proyectos de explotación” minera en Baluchistán y a “la ocupación del Estado paquistaní".
Los separatistas de Baluchistán suelen atacar a objetivos chinos.
En esa provincia paquistaní, China está implicada en importantes proyectos de infraestructuras, en el marco de su iniciativa “Nueva ruta de la seda”.
Los separatistas manifiestan desde hace tiempo su descontento con los proyectos de minería y energía en la región, afirmando que la población local no recibe los beneficios y es expulsada de su tierra.
El Instituto Confucio, dependiente de la Universidad de Karachi, forma parte de una red de programas culturales y educativos que China opera en todo el mundo. MAAZ