El Senado aprobó este miércoles un proyecto de ley que prevé 52 mil millones de dólares para reactivar la producción de semiconductores en Estados Unidos y el texto deberá ser ratificado por la Cámara de Representantes.
Estos montos están incluidos en una ley más amplia, que también asigna más de 100 mil millones de dólares durante cinco años para investigación y desarrollo.
Un total de 64 de 100 senadores, demócratas y republicanos, votaron por la “Ley de chips y ciencia”.
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“El Senado ha aprobado una legislación histórica que reducirá costos y creará empleos"”, comentó de inmediato el presidente estadounidense, Joe Biden, quien pidió a los legisladores de la Cámara de Representantes que aprueben la ley “rápidamente”.
“Significará cadenas de suministro estadounidenses más resilientes, por lo que nunca estaremos tan conectados con países extranjeros en tecnologías críticas que necesitamos para los consumidores estadounidenses y la seguridad nacional”, señaló Biden en un comunicado.
Por su parte, China aseguró este jueves que el proyecto “contiene disposiciones que restringen la cooperación científica y tecnológica entre China y Estados Unidos”.
“China se opone de manera firme” a la nueva ley, declaró a los medios de comunicación el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, en rueda de prensa.
¿Por qué hay desabasto de semiconductores?
Los pequeños objetos que permiten el funcionamiento de los aparatos electrónicos que se usan comúnmente en su mayoría, no se ven, pero los chips de computadora están en el corazón de todos los productos digitales que nos rodean.
Cuando los suministros se agotan pueden detener la fabricación de artículos que van desde una cafetera hasta un automóvil. Por ejemplo, las compañías Ford Motor, Toyota Motor, Fiat Chrysler y Nissan dieron a conocer en enero que su producción de vehículos se vería afectada.
Hubo un indicio del problema el año pasado cuando los jugadores de videojuegos lucharon para comprar nuevas tarjetas gráficas, Apple tuvo que escalonar el lanzamiento de su iPhone y las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda.
Como muchas otras cosas que están mal en el mundo, la pandemia de Covid-19 tiene parte de la culpa. Los contagios entre obreros que trabajan realizando ese tipo de productos especializados provocó el cierre de las fábricas y la modificación de los horarios de producción para sortear los contagios.
La baja en la producción que contempla contratos por adelantado incluso por años permitió el retraso de las entregas. Los problemas de suministro de chips, presentes tanto en los teléfonos inteligentes como en los helicópteros, han alimentado, según el gobierno Biden, una inflación galopante en el país.
En particular, ralentizaron la producción de vehículos el año pasado, lo que provocó que los precios se dispararan en la industria automotriz. DJ
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