Ante los señalamientos contra la Ley de Banxico aprobada la semana pasada en el Senado de la República, los grupos parlamentarios – con excepción del Partido del Trabajo – suscribieron un documento en el aseguran estar dispuestos a realizar cambios a la reforma en caso de que la Cámara de Diputados así lo disponga.
Los senadores también dijeron estar dispuestos a realizar los cambios que pudieran llegar por parte del Ejecutivo federal, al considerar que “ningún tema debe estar limitado para su análisis y discusión”.
De acuerdo con los legisladores, la Ley de Banxico permitirá que quienes reciben remesas del exterior mantengan el valor de su dinero al tipo de cambio legal y vigente, evitando que los comercios se los reciban con un menor valor.
Detallaron también que el proyecto aprobado permitirá “sostener y facilitar el intercambio comercial al nivel del consumidor final, puesto que su dinero tendrá mayor capacidad de compra”.
Aunado a ello, apuntaron, será Banxico el encargado de crear mecanismos para identificar clientes y usuarios, así como procesos de verificación y monitoreo de sistema para detectar operaciones inusuales.
El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León advirtió ante diputados que con esta ley se podrían adquirir riesgos con instituciones monetarias y financieras extranjeras, específicamente en Estados Unidos.
Y señaló que con esta ley propuesta por Ricardo Monreal, Banxico corre el riesgo de ser una institución que tiene operaciones fuera de riesgo, a una clasificada de riesgo.