Con el objetivo de que se conozca si la construcción del Tren Maya afectará el medio ambiente y la vida de poblaciones originarias a su paso por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe revelar el plan de reforestación que se tendrá sobre la ruta de esta obra de infraestructura.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó a la dependencia a cargo de María Luisa Albores dar a conocer esta información, pues se trata de una obra de infraestructura que generará alteraciones en la calidad del aire, modificación del relieve natural y afectación en cenotes.
Al hablar sobre el caso, la comisionada ponente, Julieta del Río Venegas indicó que inicialmente la Semarnat respondió de manera extemporánea que la Fase 1 del Tren Maya cuenta con un Programa de Reforestación que no puede ser entregado vías la Plataforma Nacional de Transparencia dado su volumen.
Por ello se ofreció a entregar copias simples o certificadas, y remitió ligas para consultar lo correspondiente de los tramos 4 y 5 del Tren Maya; sin embargo, la persona que solicitó la información solicitó un recurso de revisión.
Derivado de ello se concluyó que Semarnat sí cumplió con el procedimiento de búsqueda de información, pero la respuesta otorgada por las unidades administrativas de la dependencia federal resulta restrictiva, pues lo declaró inexistente sin agotar la búsqueda.
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Como parte de la ponencia, se realizó una revisión de información en la que encontró que la titular de Semarnat, María Luisa Albores, ya ha hecho la presentación de acciones relacionadas con la reforestación; así como notas periodísticas en las que se refiere que se han plantado 450 millones de árboles y documentos oficiales.
De esta forma, ordenó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales presentar la información requerida, luego de señalar que la interpretación de la solicitud que se realizó se basó en la “literalidad de lo requerido”.
El pasado 3 de septiembre ejecentral publicó que el riesgo del programa Sembrando Vida, así como las obras del Tren Maya y el Corredor Interoceánico Istmo de Tehuantepec es que genere más pobreza y desigualdad de lo que busca combatir.
Foto: Cuartoscuro
“Los peligros son tan grandes porque los tres proyectos en conjunto son, por un lado, un atentado al irrecuperable capital natural de la región y porque, especialmente los dos megaproyectos de infraestructura, implican un rediseño económico y social de la región”, lo que llevaría al aumento de violencia y desigualdad.
En ese sentido, la deforestación y reforestación que se realiza para las obras del Tren Maya, está acompañada del daño a humedales, manglares y afectaciones al segundo sistema arrecifal más grande del mundo, que se ubica en el mar Caribe.
Aunado a ello, se presentan ejemplos como el de Mérida, Yucatán, cuya urbanización ha provocado un aumento de la temperatura de entre uno y 10 grados consecuencia de la deforestación y la implementación de ciertos materiales de construcción.
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