Cuenta la leyenda que Hércules fundó Sevilla. Uno de los 12 trabajos impuestos al héroe mitológico fue robar el ganado de Gerión, rey de Tartessos (región entre Cádiz, Huelva y Sevilla). Así, llegó a las orillas del Mediterráneo occidental y separó Gibraltar y el monte Musa, en Marruecos, para seguir al norte y cumplir con el encargo.
Pero la realidad también fue igual de heroica, pues en el siglo VIII a. C. los fenicios navegaron por el río Betis, primer nombre del Guadalquivir (río grande en árabe), hasta un lugar en el que comerciaron cuero y piel de toros salvajes. A este lugar le llamaron Spal y los romanos la llamaron Hispalis.
En la época musulmana Sevilla se convirtió en la capital de al-Ándalus y experimentó un apogeo cultural y económico, e incluso se construyeron edificios como La Giralda y el Alcázar.
En 1248 Sevilla fue conquistada por el rey Fernando III de Castilla. Con el descubrimiento de América, en 1492, la ciudad se convirtió en el puerto e salida al Nuevo Mundo, impulsando un periodo de gran riqueza y desarrollo.
Por ello, Sevilla mezcla la herencia musulmana, la tradición cristiana de la virgen de la Macarena, y la fuerza gitana del flamenco.
Catedral y Giralda (A)
La Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Santa María de la Sede y de la Asunción comenzó a construirse en 1401 en los terrenos que ocupaba la mezquita mayor. De este edificio sólo se conservaron La Giralda y el Patio de los Naranjos. El templo es de estilo gótico y es la tercera catedral más grande de Europa. El exterior es imponente. La Puerta del Perdón es su acceso principal. Está decorada con esculturas de los apóstoles y relieves que representan el perdón de los pecados. Algunos lugares que no te debes perder son el coro, formado por 117 sillas talladas con escenas bíblicas y mitológicas, y el tesoro de la catedral, que incluye custodias y coronas, así como joyas y objetos de valor histórico.
La Giralda
Es el minarete de la antigua mezquita, construido en 1198 y convertido en campanario. En la cima tiene una estatua que representa La Fe, la cual gira y da nombre al campanario, Giralda. Tiene una altura de 115 metros y desde allí se pueden obtener las mejores vistas de la ciudad.
Reales Alcázares (B)
Tras la conquista musulmana en el siglo VIII, la antigua fortaleza romana fue transformada por los almohades en un palacio. Éstos construyeron pabellones, jardines y patios, decorados con hermosos elementos arquitectónicos. Tras la conquista de Sevilla, los reyes de Castilla habitaron el Alcázar y agregaron espacios de estilo gótico y, más tarde, renacentista. Destacan sus jardines y la decoración de sus pabellones. Sobresalen por su belleza el Patio de las Doncellas, con sus arquerías; el Salón de Embajadores, con su decoración árabe en yesería y azulejos; el Cuarto del Ángel, con una impresionante cúpula; y los jardines, que recrean la tradición islámica, con naranjos y fuentes.
Plaza de España (C)
Esta es una obra majestuosa construida para la Exposición Iberoamericana de 1929. Tiene una forma semicircular y en el centro una gran fuente. Destaca el Pabellón de España, un imponente edificio de estilo neorenacentista que alberga el Museo de Arte Popular. La plaza está rodeada por 48 bancos de cerámica que representan las diferentes provincias de España. Cada banco está decorado con motivos de la provincia que representa, como escudos, monumentos o paisajes. La plaza está atravesada por un puente que conduce al Pabellón de España. Este puente está decorado con esculturas de leones y con escudos de las armas de España.
Barrio de Santa Cruz (D)
Este es el barrio más típicamente sevillano y se encuentra en pleno centro de la ciudad. Albergó durante muchos siglos la judería de Sevilla. Es un espacio intrincado de callejuelas empedradas y casas encaladas adornadas con flores y patios abiertos. Está lleno de bares, restaurantes y tiendas de artesanías, además de lugares impresionantes que deben visitarse, como la Iglesia de Santa María la Blanca, que fue mezquita, sinagoga y templo cristiano, lo que dejó su huella en este hermoso edificio.
La Maestranza (E)
La Plaza de Toros de la Real Maestranza se construyó entre 1761 y 1787. Su estilo es barroco tardío. Por su ruedo han pasado las principales figuras del toreo a lo largo de la historia. Su museo alberga objetos relacionados con el toreo como trajes de luces, capotes y espadas.
