Los ganadores en los nueve estados en donde este 2 de junio se elegirá un nuevo gobernador o gobernadora accederán a un gran poder, pero al mismo tiempo enfrentarán enormes retos, pues en muchos de los casos recibirán entidades sumidas en la inseguridad, en otros, en el letargo económico o en el rezago social y en otros más, en una combinación de factores negativos, por lo que no es exagerado decir que en cada caso el triunfo significará ganar la rifa del tigre.
Estas nueve entidades federativas aglutinan poco más de 50 millones de habitantes y concentran 41% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que habla de la relevancia del cambio de manos en el timón de cada una de ellas.
La Ciudad de México, Chiapas, Puebla, Morelos, Veracruz y Tabasco están en manos de Morena y partidos aliados desde el 2018, y el próximo 2 de junio el guinda expondrá su corona, pues por primera vez sus respectivas gestiones estatales serán sometidas a examen.
En tanto, el PAN buscará retener Guanajuato y Yucatán, mientras que Movimiento Ciudadano tratará de hacer valer su preponderancia en Jalisco.
Para el siguiente análisis, ejecentral compiló 31 indicadores en materia de gobierno, economía, desarrollo social y seguridad, a fin de saber cuál era el panorama en 2018, año en que la mayoría de los gobernadores actuales entró en funciones, y compararlo con la situación que heredarán los nuevos mandatarios.
Focos rojos en Morelos
De las nueve entidades que irán a las urnas, la que presenta coyunturas más comprometidas es Morelos, pues en los 31 indicadores analizados, muestra regresión en 12.
El rubro más problemático para esta entidad es el de la seguridad, pues presenta evoluciones negativas en Índice de Paz y en tasas de homicidio, robo con violencia y extorsión.
La economía tampoco fue el lado fuerte de la administración actual, ya que experimentó marcados descensos en productividad, competitividad e ingresos.
Al respecto, el director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC), Francisco Rivas, señaló que la entidad ha empeorado en prácticamente todos los indicadores.
“El estado nunca había tenido tantos homicidios, tantas extorsiones, tantos robos. Es la entidad que llegará en las peores condiciones que podamos recordar”, opinó.
Aparentemente Guanajuato también enfrenta severos problemas de incidencia delictiva, pero las cifras pueden ser engañosas. El analista Francisco Rivas coincidió en que es la entidad con la mayor cantidad de homicidios dolosos en términos absolutos (22 mil 27 casos), pero aclaró que tomar en cuenta sólo esta medición es una forma equivocada de analizar el fenómeno, ya que en realidad ocupa el sexto lugar en número de asesinatos por cada 100 mil habitantes.
“Además, Guanajuato ha enfrentado en solitario la alta incidencia delictiva, ya que la Federación ha hecho uso político de las capacidades, del apoyo y la atención que debía darles a todas las entidades. Si tú viajas por sus carreteras, notarás que no hay vigilancia de la Guardia Nacional, porque el gobierno federal decidió negarles el apoyo”, enfatizó.
Repunte en el sureste
Un fenónemo a destacar es que, en general, según la base de datos elaborada por ejecentral, las entidades que obtuvieron los mejores registros son Tabasco (sólo cinco indicadores negativos), Chiapas (siete negativos) y Yucatán (ocho negativos).
Los tres estados se localizan en el sureste mexicano, región de la que es nativo el presidente López Obrador y a la que ofreció reactivar con inversiones de obra pública, creación de empleos y programas sociales.
La investigadora de México ¿Cómo Vamos?, Brenda Flores, anotó que “lo que queda pendiente en los estados del sureste es saber si el impulso económico que recibieron durante este sexenio es sostenible, con efectos duraderos en la calidad de vida y el empleo.
“Lo ideal es que se mantenga esa tendencia y no sólo haya sido mientras entraron las inversiones del gobierno (federal) para obras como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, ése es un gran reto”, apuntó la experta.