En la tercera parte de los estados donde habrá elecciones este año la vacunación podría definir el triunfo o no de Morena, porque el crecimiento de contagios, justo en el momento de las campañas, estará a la alza, y con ello, posibles escenarios de crisis de salud, de la economía local e inestabilidad social.
Es así como la pandemia jugará un papel fundamental para el rumbo del país y será en los primeros seis meses de este año cuando esto pueda definirse, porque de acuerdo con el plan de vacunación en ese lapso serán protegidos, con la inoculación, el personal de salud y todas las personas mayores de 40 años, la fuerza productiva del país y de votos.
Por ahora, el panorama se ofrece incierto, si bien la vacunación podría cambiar lentamente el ritmo de la epidemia, aún existen factores, como nuevas cepas del coronavirus o el acaparamiento de fármacos por parte de países más ricos, que podrían revertir rápidamente el entusiasmo prematuro, e incluso convertirse en obstáculos para la estrategia nacional frente a la Covid-19.
Proyecciones del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de Estados Unidos (IHME) de la Universidad de Washington dibujan un crecimiento aún considerable de la pandemia en México, e incluso con un despliegue acelerado de vacunas en todo el país, la segunda ola de contagios por Covid-19 permanecería en cifras similares a las actuales hasta mediados de enero, aunque esta medición podría prolongarse con la siguiente actualización de este modelo matemático.
Las estimaciones nacionales son más alentadoras que las de algunos estados en donde las campañas electorales para el cambio de gobierno comenzarán en medio de una franca escalada de contagios; de hecho, de las 15 entidades con gubernaturas en juego, cuatro tienen pronóstico de alza en los casos positivos por Covid-19, mientras que el resto se mantiene en una meseta que solo desciende en la fecha de corte de la proyección, lo que no es un indicativo de una baja real.
De los estados con elecciones a la gubernatura, Michoacán es el que presenta un peor pronóstico en cuanto al ritmo de la pandemia, con un crecimiento acelerado que inició el 17 de diciembre, y que podría llegar a su máximo el 7 de febrero con seis mil 237 personas contagiadas sólo en ese día; en esta entidad también se definirán en los próximos comicios al congreso local, los ayuntamientos y las diputaciones federales.
Pero los fallecimientos, que son la consecuencia más cruel de la pandemia, tampoco tendrán un descenso marcado en los primeros meses del año. De hecho, a nivel nacional los decesos por Covid-19 siguen en aumento, con un promedio de 551 muertes cada 24 horas, cifra mayor a la reportada durante el verano y que, según proyecciones internacionales, podría alcanzar su pico esta semana con 654 defunciones cada 24 horas; es decir, cada minuto en promedio en el país, 27 personas morirán por el virus en estos días.
›Así como sucede con las proyecciones nacionales en contagios, los fallecimientos tienen un comportamiento distinto si se observan por estado, en donde el modelo del IHME pronostica que cinco de las 15 entidades con elecciones a gubernaturas tendrán un crecimiento marcado en este rubro hasta el 1 de abril; el resto se mantendrá en una especie de meseta íntimamente relacionada con el número de contagios que puedan confirmarse en los distintos escenarios analizados por este modelo que toma en cuenta incluso la vacunación en diversos grados.
De los estados con crecimientos estimados en defunciones, Guerrero y Sonora guardan el peor pronóstico; en el caso del primero se prevé un aumento constante hasta el 25 de enero, fecha en que se podría alcanzar un máximo de 22 fallecimientos cada 24 horas, cifra 29.4% mayor que la observada durante la primera semana del año y que se asemeja a los números reportados en junio, cuando la entidad acumuló en promedio 25 muertes cada día.
Por su parte, Sonora ya se encuentra en la escalada de defunciones proyectada por el modelo del IHME, pero a diferencia de Guerrero, el máximo dibujado para la entidad del norte es de 27 defunciones que se podrían alcanzan en los próximos días, de manera más específica, entre el 10 o el 11 de enero, y podría mantenerse en esos niveles por al menos una semana más desde la ocurrencia de dicho pico, que resulta mucho menor al reportado durante la primera ola de la pandemia en México.
Las nuevas cepas de Covid
El surgimiento de un nuevo linaje o cepa del SARS-CoV-2 es algo que ha ocurrido durante toda la pandemia. Especialistas en seguir estos trazos filogenéticos han detectado más de mil mutaciones sin que ninguna de ellas represente un cambio considerable en el curso de la enfermedad o su peligrosidad, pero esto cambió con la aparición de dos variantes que volvieron a esta patógeno más contagioso.
Los primeros estudios sobre la variación VUI/202012/01 apuntan a que el linaje descubierto en Reino Unido no es, por sí mismo, más peligroso en su letalidad o agresividad, pero que resulta mucho más contagioso, un factor que juega directamente en contra de los esfuerzos por reducir los casos positivos a través de la vacunación, e incluso supondría mayor estrés a los sistemas de salud del mundo, colocando en riesgo la vida de más personas.
Si bien esta variación del linaje B.1.1.7 no representa mayor letalidad, si se dispersa con mayor rapidez de lo que la vacunación podría hacerlo, por lo que, en unas cuantas semanas, esta mutación podría convertirse no sólo en la predominante, sino que rebasaría los esfuerzos por dominar la pandemia ya que mientras la inoculación crece de manera lineal, los contagios lo harían a un nuevo ritmo exponencial.
Cálculos desarrollados por el investigador y médico Eric Topol, sitúan este punto de equilibro a mediados de marzo, cuando las personas infectadas por la nueva variante de SARS-CoV-2 superen a quienes han recibido una vacuna, por lo que se puede esperar que, desde ese momento, los contagios tomen mayor velocidad que el ritmo de inoculación a nivel global.
›Esta potencial amenaza podría disparar la compra acelerada de vacunas por parte de países más ricos, en donde los sistemas de salud son un poco más estables pero que también han visto su capacidad minada por las primeras olas de la pandemia.
En un escenario como este, los contratos previos que México ha firmado podrían sufrir retrasos por falta de producción o bien, por modificaciones en las dosis contempladas para algunas formulas como ya sucedió con la candidata de AstraZeneca, que requerirá dos inyecciones, en lugar de una, para lograr inmunidad suficiente.
Con esta perspectiva, la vacunación podría convertirse en una herramienta geopolítica en diferentes escalas, e incluso la estrategia nacional podría convertirse en terreno fértil para utilizar estas dosis como mecánica electoral, en donde las presiones y acusaciones por el uso de los fármacos en contra del nuevo coronavirus, podrían retrasar el ritmo de inoculación, con lo que crecerían tanto contagios como muertes prevenibles por este medio.
En ese contexto, diversos especialistas en salud pública, así como activistas por la transparencia gubernamental han insistido en crear una plataforma abierta y federal para seguir el rastro de cada dosis que llega a México hasta su aplicación, esto con el fin de comprobar que la vacunación no se utilice con otros fines más allá del de preservar el bienestar de todos los habitantes del país.
Alejandro Camacho, experto en transparencia gubernamental, explica en entrevista a ejecentral que siempre es vital crear mecanismos de control y vigilancia cuando se trata de una estrategia medular como lo es la vacunación nacional contra el nuevo coronavirus, pero, que este esfuerzo debe duplicarse en el contexto de las elecciones, en especial, con todo lo que está en juego este año.
El experto señala que la vacunación se convertirá en un tema medular a nivel nacional e internacional, por lo que se tendrá que echar mano de todos los mecanismos conocidos para asegurar que los principios de distribución equitativa y prioritaria se cumplan para comenzar a planear, finalmente, una salida de esta pandemia.
