A pesar de las promesas del gobierno federal para mejorar las condiciones de seguridad de las personas migrantes en México, este año arrancó como uno de los más violentos para este grupo al sumar 596 agresiones registradas hasta abril, lo que representa un promedio de cinco ataques cada día en todo el país.
Esta cifra corresponde a un tercio de todas las agresiones reportadas en 2018, el año más violento para los migrantes en México con mil 414 casos, y ya supera a los registros totales de 2019 y 2020, lo que demuestra el crecimiento de este tipo de delitos.
Datos de la Secretaría de Gobernación (Segob) muestran que la mayoría de las víctimas de estos delitos provienen de algún país de América Central, especialmente de Nicaragua; de hecho, cuatro de cada 10 personas migrantes agredidas en México durante este periodo es nicaragüense, una cifra que contrasta con otros años en donde los hondureños y guatemaltecos ocupan esta posición.
El reporte de Segob indica que el delito que se comete con mayor frecuencia en contra de este grupo es el robo con 358 registros, un número muy diferente a la reportada el año pasado cuando no se documentó ningún caso en todo el país, lo que indica un fuerte subregistro en las cifras históricas de esta dependencia.
Otros delitos con alta incidencia en este grupo son el tráfico ilícito de migrantes con 219 casos en lo que va del año, mientras que los crímenes ligados a cuerpos de seguridad o abuso de autoridad sumaron ocho menciones en el primer cuatrimestre del año.
Algunos expertos consideran que las cifras de Segob sobre crímenes de alto impacto como homicidio, secuestro y desaparición no son cercanas a la realidad porque las familias de las víctimas no pueden denunciar debido a la falta de mecanismos que faciliten estos procesos.
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