La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió a Culiacán, Sinaloa, un agrupamiento de 230 elementos de élite para tratar de retomar el control de la seguridad en la capital sinaloense tras las balaceras y bloqueos desatados por integrantes del Cártel de Sinaloa.
Se trata de militares con adiestramiento y armamento especializado, para responder a situaciones como las que enfrentaron fuerzas federales este 17 de octubre, cuando fueron superados por miembros de la delincuencia organizada.
Los efectivos llegaron a la capital sinaloense en dos aeronaves Boeing 737, que se suman a los destacamentos federales que arribaron la noche de ayer. Y se estima que seguirán llegando más refuerzos para garantizar el control sobre la zona.
Al tratar de detener a Ovidio Guzmán, los elementos que participaron en la operación actuaron de manera precipitada, con deficiente planeación, carentes previsión sobre las consecuencias de su intervención, sin contar con una orden de cateo, sostuvo Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional.
Agregó que el mayor error recayó en que no dieron aviso ni solicitaron el consenso de sus mandos superiores para llevar a cabo el operativo.
Un día después de la crisis de seguridad que se vivió en la ciudad, el centro de la capital sinaloense lució silencioso y triste, porque la mayoría de negocios decidieron bajar la cortina.
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