Entre las nuevas acciones de Rusia, que le han valido señalamientos y acusaciones, se encuentra el traslado de poco más de dos mil menores de edad a su territorio. Se trata del traslado de los niños residentes en las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk, el cual fue calificado como “secuestro” por la embajada de Estados Unidos en Kiev.
A través de un tuit, la dependencia afirmó que dos mil 389 menores fueron trasladados de forma ilegal. “Esto no es asistencia”, señaló. La acusación fue secundada por representantes de Ucrania, que informaron que Moscú ha deportado ilegalmente a los niños de Mariúpol, una de las ciudades más afectadas por la artillería rusa. “Las fuerzas rusas no solo apuntan y matan a nuestros niños, sino que también los trasladan por la fuerza a la Federación Rusa. Se está investigando el traslado forzoso de 2,389 niños de los territorios temporalmente ocupados de Ucrania a Rusia”, señaló Iryna Venediktova, fiscal general del país invadido.
La población infantil es una de las más afectadas por la guerra que se ha desatado en Ucrania, y los señalamientos han llegado a varias partes del mundo: este martes, manifestantes anónimos hicieron pintas que decían “Rusia mata niños” en la sede de la Casa de Rusia de Barcelona, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contabiliza al menos 78 niños muertos durante los ataques, aunque estimaciones del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy colocan la cifra en 117 víctimas.