La primera confesión de Tetsuya Yamagami tras haber asesinado al exprimer ministro Shinzō Abe la semana pasada fue por la asociación a una organización de la que el propio Yamagami estaba en contra.
Si bien más tarde se aseguró que el crimen tuvo su génesis en su desacuerdo con la política implementada por Abe, recientemente se dio a conocer que dicha organización no es otra más que la Iglesia de la Unificación, considerada incluso como una secta debido a sus prácticas, y comúnmente conocida como “la secta Moon”.
Se trata de una organización religiosa de origen surcoreano que se ha extendido a varios países con distintos nombres.
En Japón ha sido un motivo de investigación por diversas denuncias que hacen sus exintegrantes, quienes han narrado las tácticas que utilizan los dirigentes para obligarlos a donar grandes sumas de dinero y comprar artículos relativos a esta fe. Pero también han recurrido a forzarlos para reclutar a nuevos miembros por medio de engaños.
A lo largo de los años, esta iglesia ha diversificado su presencia en Japón, y no es raro que se involucre con empresas privadas o eventos políticos.
Por ejemplo, se han hecho presentes a través de donaciones monetarias u otro tipo de apoyos, y es en una de estas actividades que se presume, pudo estar involucrado el exprimer ministro japonés, ya que su abuelo materno, Nobusuke Kishi, fundó una organización —sin especificar aún por las autoridades— a esta secta.
Aunado a esto, se presume que el evento que Abe encabezaba el día en que fue ultimado por Yamagami, contó con el apoyo de la Iglesia de la Unificación.
Al respecto, esta misma organización informó de forma pública que el exprimer ministro nunca se integró con ellos en ningún momento. Caso contrario a la madre de Tetsuya Yamagami, quien en los días previos al crimen aportó una fuerte suma de dinero a la secta, lo que arruinó a su familia. El monto todavía no se ha especificado.
