“Los datos salvan vidas”, dijo enfática Carolyn Bennett, Ministra de Salud Mental y Adicciones de Canadá, en la Cumbre de Salud Pública, la sesión de apertura del Diálogo de América del Norte sobre Drogas. La intervención de Bennet contrastó con la del secretario de Salud de México, Jorge Alcocer, y lo puso en evidencia por su falta de datos, estrategias y por no haber asistido a la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales de mayo.
“¿Cómo es el monitoreo en cada uno de nuestros países? Creo que todos sabemos que con los datos podemos analizar y prepararnos para combatir esta crisis a medida que avanzamos”, dijo Bennett en referencia a la crisis del fentanilo y otros opioides sintéticos.
Sin embargo, en México la presente administración dejó de hacer la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT), cuya última edición fue la de 2016-2017, por lo que no hay seguridad de que la crisis del fentanilo no haya afectado al país en los últimos años.
Bennett agregó: “Creo que todos estamos tratando de persuadir a nuestros colegas… de que realmente necesitamos los recursos para obtener los datos”, y comentó que es algo que estuvo discutiendo con el secretario de Salud de Estados Unidos, Xavier Becerra, en la Asamblea de la OMS a la que México no mandó representante.
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Tanto Becerra como Bennet se dieron varios minutos para presentar las estrategias de salud y legales que han implementado en sus países para tratar de prevenir las adicciones, las muertes a causa de las mismas y el tráfico de drogas.
Alcocer fue más vago y señaló que el problema de consumo de sustancias debe ser atendido desde sus causas, como un tema de salud mental que involucra diversos factores y destacó el compromiso de México para devolver los espacios perdidos a las y los jóvenes, para su crecimiento personal, bienestar, salud física y emocional.
Canadá es el único de los países que tiene un ministerio sólo para temas de salud mental y adicciones, señaló Bennett como ejemplo de la importancia que le dan al tema; Becerra destacó a Miriam Delphin-Rittmon, subsecretaria de salud mental y uso de sustancias. Alcocer por su parte no dijo que en México el encargado es quien también se ocupó del manejo de la pandemia de Covid-19, el subsecretario Hugo López-Gatell.
En referencia otra vez a la importancia de los datos, Bennett dijo que creía que “todos sabemos en esta sala que las mejores prácticas no son solo una buena idea, tenemos que ser capaces de demostrar que funcionan”, para poder hacer lo que funciona y dejar de hacer lo que no funciona; “es lo que llamamos sistemas de salud de aprendizaje en todo momento”.
Cómo prueba de que hacen lo que funciona habló de que se habían prevenido 46 mil sobredosis con naloxona, cuyo uso fue criticado por el presidente López Obrador en abril por considerar que sólo sirve para “prolongar la agonía”.
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