Unos 3.000 combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) se rindieron el martes a las fuerzas kurdo-arabes que realizan el asalto a su último bastión en el este de Siria.
Ese grupo que huyó de Baghuz está siendo trasladado a una posición de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para su control, informó su portavoz, Adnan Afrin.
El número de combatientes de Daesh [acrónimo árabe del EI] que se rindieron desde ayer [lunes] en la tarde asciende a 3.000", apuntó en la red Twitter otro de los voceros de las FDS, Mustefa Bali.
Luego de una noche de intensos bombardeos, un precario campamento de carpas en el este de Siria es todo lo que queda del “califato” autoproclamado por EI en 2014 en amplios sectores de Irak y Siria.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza kurdo-árabe respaldada por Washington, lanzaron en diciembre la ofensiva final contra el bastión, pero la suspendió en varias ocasiones para permitir evacuar civiles y combatientes.
El domingo reanudaron la ofensiva. Luego de dos noches de bombardeos muchos yihadistas se rindieron.
La operación militar sigue pero se desacelera generalmente durante el día”, afirmó a AFP un responsable de las FDS que precisó que la milicia kurdo-árabe lleva a cabo sus operaciones “durante la noche”.
‘La batalla no terminó'
Unas 59.000 personas ya fueron evacuadas de este sector desde diciembre, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La mayoría fueron transferidas hacia el campamento de desplazados de Al Hol (noreste), en donde se amontonan más de 66.000 personas, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
“Los últimos que llegaron (...) están físicamente peor” que los que llegaron antes, agregó.
Desde diciembre, unas 113 personas -de las cuales dos tercios menores de cinco años- murieron en camino o poco después de llegar al campamento, indicó la organización.
Los yihadistas de Estado Islámico están a punto de perder el control del último sector que controlan, pero la organización ya inició su mutación hacia la clandestinidad, sostienen fuentes de la coalición.
Sus combatientes están dispersos en el desierto sirio y logran cometer atentados desde allí.
El lunes por la noche el grupo llamó en un vídeo a sus combatientes atrincherados en Baghuz a mostrar “perseverancia”, estimando que “la batalla no terminó".
El vídeo, colgado en la mensajeria Telegram y titulado “El sentido de la perseverancia”, muestra a cuatro hombres hablando. Como telón de fondo se ven imágenes del último reducto del grupo en el pueblo de Baghuz, en el este de Siria.
“Pese a que teníamos varios miles de kilómetros sólo nos quedan unos kilómetros y dicen que hemos perdido (...) Dios tiene otros criterios”, afirma un hombre que lleva una kufiya negra y blanca y dice llamarse Abu Abdel Athim.
Cortaron las carreteras y nos pusieron bajo asedio, pero el camino de Dios está abierto (...) la batalla no terminó", prosigue, rodeado de dos hombres con kufiyas y de un niño vestido con una chaqueta con capucha.
"¿Por qué nos bombardean los aviones? ¿Por qué todas las naciones del mundo infiel se juntan para luchar contra nosotros?”, se pregunta el hombre que intercala en su discurso varios versículos del Corán.
"¿Cuál fue nuestro error? ¿Cuál es nuestro delito? Queremos aplicar la ley de Dios”, añade el yihadista.
La guerra en Siria comenzó en 2011 y dejó desde entonces más de 360.000 muertos y varios millones de desplazados.EM