La nueva interrupción del suministro de energéticos a Europa por parte de Rusia desencadenó este martes en una acusación de Kadri Simson, comisaria europea de Energía.
“Vemos que Rusia y sus compañías utilizan el gas natural como un arma. Cortaron el suministro hacia Europa pero no tienen otros gasoductos hacia otras regiones del mundo, y sus depósitos subterráneos están llenos”, declaró la comisaria europea a la prensa durante una visita a la capital indonesia, Yakarta, con motivo de un encuentro del G20 sobre energía.
A la interrupción del suministro se suman las preocupaciones ambientales derivadas de la quema del gas. “Nuestros satélites han registrado escapes de gas y la quema de gas natural, y eso es muy malo para el medioambiente porque el metano es el segundo gas más nefasto en términos de gas de efecto invernadero”, señaló Simson.
Al respecto, el Kremlin insistió en su demanda de suspender todas las sanciones que han aplicado los países de Occidente a cambio de reanudar el suministro de gas.
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En sintonía con los argumentos del Kremlin, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, achacó este martes la crisis energética en Europa a su política de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.
En respuesta, el gobierno de Estados Unidos aseguró que la decisión de Rusia de cerrar el gasoducto Nord Stream 1, que abastece a Europa, no es consecuencia de las sanciones occidentales, como asegura Moscú. “Estados Unidos y Europa estuvieron colaborando para asegurarse que la oferta sea suficiente” indicó un vocero del Consejo de Seguridad nacional estadounidense, al afirmar que “las reservas europeas de gas estarán llenas para cuando llegue el invierno”.
“Sabemos que queda trabajo por hacer y seguimos buscando la forma de incrementar la reservas de gas de Europa o impulsando el desarrollo de otras fuentes de energía cuando sea posible”, puntualizó.
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