Redacción ejecentral
Facebook fue testigo una vez más de una tragedia: el 10 de mayo, un hombre que sufría de enfermedades mentales llamado Jared McLemore se empapó de keroseno y se prendió fuego mientras lo transmitía por Facebook Live.
“Borrado y olvidado” fue su último mensaje en su perfil. Unos meses antes había escrito “Por favor, edúquense sobre salud mental. Por favor, ámense durante la enfermedad”.
McLemore, un ingeniero en sonido y aspirante a músico de Tennesseen, Estados Unidos, tenía antecedentes de violencia doméstica y una orden de restricción contra su exnovia Alyssa, a la que aparentemente intentó matar. En abril le habían levantado los cargos y estaba en libertad condicional con la condición de realizar un tratamiento psiquiátrico.
Poco después de acercarse a su expareja para despedirse, McLemore inició una transmisión en vivo en su cuenta de Facebook en la cual se le vio con el pecho descubierto. Se sentó sobre el césped y se bañó con keroseno. Luego se prendió fuego y salió corriendo.
Ingresó a un bar llamado Murphy donde le arrojaron agua y telas para intentar apagar el fuego. Fue trasladado a un hospital cercado, pero murió a las pocas horas.
No es la primera vez que la red social de Mark Zuckerberg es testigo de una muerte. A finales de abril, un hombre en Tailandia transmitió en vivo como mataba a su hija de 11 meses, mientras que a mediados del mismo mes, Steve Stephens asesinó a un anciano en Cleveland Ohio (y también lo transmitió) y aseguró que mataría a otra docena. AS