Se intensificarán incendios, sequías y calor en el Mediterráneo
Un avance del informe de la ONU sobre el calentamiento global revela pérdida de biodiversidad y afectaciones a la agricultura en una región donde viven 500 millones de personas
Envuelta ya en una catástrofe sin precedentes en Grecia
y
Turquía, toda la región del mar
Mediterráneo
verá agravarse los incendios, la sequía
y
las olas
de
calor
como consecuencia del calentamiento climático,
según
alerta la versión preliminar de un informe de la ONU, al que tuvo acceso la AFP en exclusiva.
A pesar de que no es la región del mundo que sufrirá la mayor subida de temperaturas, señala este informe, el Mediterráneo, donde viven 500 millones de personas, es considerado como “punto caliente del cambio climático”.
De acuerdo a un capítulo de este informe del grupo de expertos sobre el clima de la ONU (IPCC, en inglés) sobre las consecuencias del cambio climático, que será aprobado definitivamente en febrero de 2022, el
Mediterráneo
está amenazado por varios factores relacionados con el cambio climático.
“Los puntos preocupantes indican riesgos relacionados con la subida del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad terrestre
y
marina, riesgos relacionados con las
sequías,
incendios
y
alteraciones del ciclo del agua, la producción de alimentos, riesgos para la salud en las aglomeraciones urbanas
y
rurales por las olas
de
calor,
y
por los mosquitos que transmiten enfermedades”.
De acuerdo a este texto provisional, las temperaturas subirían más rápido en las próximas décadas en torno al
Mediterráneo
que a nivel mundial, lo que impactaría en la agricultura, la pesca
y
el turismo.
Esto provocaría que decenas de millones de personas adicionales se vieran con problemas de escasez de agua, riesgo de inundación costera
y
calor
potencialmente mortal, advierten.
Algunas regiones mediterráneas podrían sufrir un descenso de sus cultivos agrícolas dependientes de la lluvia en un 64%. La superficie de bosques quemados se duplicaría o incluso se triplicaría, en función de los esfuerzos que se lleven a cabo para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero,
y
por tanto, el cambio climático.
Esta versión preliminar del informe concluye igualmente que solo un calentamiento global claramente inferior a los 2ºC (el objetivo del Acuerdo de París), “permitiría mantener en una situación viable a las aglomeraciones costeras, patrimonio cultural, ecosistemas terrestres
y
marinos de la cuenca” mediterránea.
El calentamiento del clima aumenta las probabilidades de olas
de
calor
y
de sequías, lo que lleva consigo un incremento de los
incendios.
El grupo de expertos sobre el clima de la ONU (IPCC) estudia actualmente otro informe sobre las previsiones climáticas, que se dará a conocer el lunes.
En peligro
“Las olas
de
calor son el tipo de fenómeno climático extremo en el que el cambio climático cambia de verdad las reglas”, explica a la AFP, Friederike Otto, de la Universidad de Oxford.
El
calor
extremo es la mayor amenaza para el
Mediterráneo
ya que “son de lejos los fenómenos (climáticos) extremos más mortales de Europa”, explica Otto.
De acuerdo al borrador del
IPCC, hasta 93 millones de personas adicionales podrían tener que hacer frente a
olas
de
calor en la orilla norte del
Mediterráneo
de aquí a 2050.
En Oriente Medio
y
el norte de África, el riesgo de muerte para las personas mayores a causa del
calor
podría multiplicarse entre 3
y
30 veces de aquí a 2100,
y
los muertos podrían elevarse a 20 mil al año en el norte del
Mediterráneo
de aquí a 2050.
Los gobiernos pueden actuar ante algunas amenazas como los
incendios
o las inundaciones, pero con el
calor
es diferente, advierte Ilan Kelman, de la University College London. “El cambio climático nos lleva a niveles donde no podemos sobrevivir”.
“La única opción de supervivencia es la climatización 24h, siete días a la semana,
y
las personas no pueden permitírselo. Habrá cortes de corriente”.
La media de días con condiciones favorables para los
incendios
en el
Mediterráneo
se multiplicó desde los años 80,
según
Matthew Jones, del Tyndall Centre for Climate Change Research.
Los
incendios
degradan también la calidad del aire. En las regiones de Turquía
y
Grecia azotadas actualmente por las llamas, esta degradación llegó hasta Chipre, afirma Mark Parrington, del servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático.
“Estamos poniendo a cada vez más personas
y
bienes en riesgo
y
no les estamos enseñando a reaccionar frente a fenómenos medioambientales atípicos como los incendios, las inundaciones
y
las sequías”, se lamenta Ilan Kelman.
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