Ha transcurrido una semana desde el inicio de la huelga de trabajadores del sector automotriz en Estados Unidos, y la crisis no parece mejorar. Según Shawn Fain, presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), ya suman cinco mil 600 trabajadores de 20 estados en paro de labores. Un total de 38 centros de distribución y repuestos de GM y Stellantis en dichas entidades han abandonado sus operaciones regulares.
Los principales afectados de la huelga son las empresas General Motors y Stellantis, y en menor medida, Ford, que ha accedido a realizar algunas concesiones en favor de los trabajadores.
“Aún no hemos terminado en Ford”, dijo al respecto Fain, que si bien reconoció que la compañía mejoró el sistema de repartición de las ganancias, señaló que hay otras demandas por parte de los huelguistas.
La paralización se mantiene en las tres líneas de ensamblaje en una planta de camionetas Ford, en Wayne, Michigan; una planta de GM, en Wentzville, Missouri y de Stellantis, en Toledo.
El UAW acusa a las empresas de codicia y critica que cada uno de los directores generales de los “Tres Grandes” gana más de 20 millones de dólares al año.
Por este motivo demandan aumentos salariales del 40 %, una cifra que igualaría los aumentos promedio de los directores generales durante los últimos cuatro años.
Como hemos dicho durante semanas, no vamos a esperar eternamente para obtener contratos justos en los Tres Grandes”, señaló Fain.
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