La preocupación se volvió a avivar entorno a los problemas económicos que se avecinan en Estados Unidos tras conocerse el dato de ventas minoristas de julio que se estancó, lo que significó cero crecimiento en un mes en donde cayeron los precios de las gasolinas y por consecuencia se esperaba un crecimiento en el consumo de 0.1 por ciento, aunque marginal, era un avance.
La caída en los precios de los combustibles debió reflejar que los hogares estadounidenses podrían destinar ese gasto a otros rubros, lo que aceleraría el mercado interno.
Este estancamiento eleva las dudas sobre el efecto de la alta inflación que impide a los hogares gastar en bienes como muebles, aparatos eléctricos, electrodomésticos, entre otros que son necesarios en los hogares.
Lo anterior resucitó los temores de que Estados Unidos caiga en una recesión, lo que podría llevar a la Reserva Federal de ese país con los aumentos agresivos en su tasa de interés, temor que debilitó al peso mexicano en la sesión de este miércoles, mientras el dólar subió de precio en el mercado internacional de la mayor parte de las divisas del mundo.
Y es que, ante los problemas económicos, los inversionistas en el mercado cambiario internacional demandan más billetes verdes para protegerse, lo que eleva su precio.
La moneda mexicana perdía 0.67 por ciento a media sesión, lo que equivalía a tener un dólar en 20.02 unidades, después de un fortalecimiento la semana pasada que lo puso en 19.86 pesos.
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