Se engalla, amaga con dejar el T-MEC... y mete reversa

24 de Noviembre de 2024

Se engalla, amaga con dejar el T-MEC... y mete reversa

el T-MEC

El presidente López Obrador tuvo un lapsus de indignación que lo llevó a invocar la salida de México del acuerdo comercial, pero a los pocos minutos se autocontroló

“¿Hasta dónde está dispuesto usted y su gobierno a llevar esta defensa de la soberanía nacional?”, le preguntaron al presidente Andrés Manuel López Obrador. “¿Implicaría, por ejemplo, salirse del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) si Estados Unidos insiste en tratar de vulnerar esta soberanía?”

Su rostro mostraba dureza. Estaba de pie, derecho y las manos fuera del atril, mostraba seguridad al hablar.

“Aun tratándose del mercado más importante del mundo, si tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, no lo aceptamos”, soltó fuerte el mandatario. Y continúo: “no vamos a entregar nuestra independencia a ningún gobierno extranjero”.

La soberanía de México es uno de los temas que más ha defendido, sobre todo en la relación con Estados Unidos. Es uno de los pocos temas que explica con firmeza y hasta un tono duro al hablar.

Desde que el país vecino solicitó una consulta sobre las políticas energéticas y que, posteriormente, se le unió Canadá, el mandatario mexicano ha asegurado que no se está violando el T-MEC y que no cederá ante presiones, porque es un asunto que tiene que ver con la soberanía de México.

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Sin embargo, este jueves se mostró más duro. Como dijo anteriormente, los negociadores de la administración de Enrique Peña Nieto ya habían aceptado una cláusula donde permitían la injerencia del gobierno norteamericano en la política petrolera y energética de nuestro país.
Pero él y su equipo, afirmó tajante, detuvieron la negociación. En ese capítulo se entregaba todo, como lo hicieron con otros tratados, remarcó.

“Por eso los estadounidenses en la negociación decían: ‘¿Cómo es posible que con nosotros no acepten que podamos tener injerencia en la política petrolera, en la política energética, si ya cedieron con otros países, incluso con Canadá? No es equitativo’. Y el argumento nuestro fue: eso lo hicieron los que no pensaban en la soberanía, nosotros sí”.

Su discurso parecía endurecerse aún más y su rostro lo mostraba. “El cambio se llevó a cabo para que México se mantuviese como un país independiente, no como colonia de ningún país extranjero. Es un asunto de dignidad, es nuestra historia, no podemos traicionarnos”, recalcó.

Gracias a su intervención, volvió a decir, se logró quitar ese capítulo que estaba grueso y que se dejara en él el artículo 8, que ellos mismos redactaron. De no haber sido así, no existiría dicho tratado, afirmó.

La defensa firme y que pintaba para una renuncia al Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá, poco a poco se fue desdibujando y el tono volvió a la normalidad, al de todos los días en las mañaneras.

La mirada altiva y el rostro serio se volcó a una sonrisa y las manos en movimiento. “Estoy seguro que ni lo sabe el presidente Biden”, inició a retractarse y justificar. Quiere enviarle una carta, expuso, en la que le cuestionaría por lo que está sucediendo y le recordaría que él siempre ha hablado de igualdad y de respetar la soberanía de México, por lo que también le cuestionaría quiénes son los que están tomando las decisiones.

“Es que a lo mejor él no sabe esto, sí, esto fue una negociación que se hizo antes, hace cuatro años, y no conoce posiblemente los pormenores”, justificó López Obrador a su homólogo norteamericano.

Ante el claro retroceso del mandatario en su postura, le volvieron a cuestionar. Ahora más directo. “¿Le hablará también de esta posición de abandonar el TLC si no dan marcha atrás en esta intención?”

“Eso lo veríamos después, porque para los conservadores que hacen periodismo muy ramplón y vulgar, lo que quisieran… Hasta Calderón sacó un ‘face’ queriéndose montar en esta circunstancia diciendo: ‘sería gravísimo para México una ruptura del tratado’”.

El tono se matizó y se volvió más suave. La postura dura y firme para defender la soberanía de México, se volvió la de antes. “No habrá ruptura, eso se los adelanto”.

El Presidente repensaba sus respuestas, como dijo, porque son asuntos muy delicados y tiene que cuidar su lenguaje. Pero lo que así aseguró es que ni a México ni a Estados Unidos conviene una ruptura.

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