A pesar de que la salud está garantizada dentro de la Constitución, para millones de personas en México enfermarse puede representar un gasto imposible de pagar; además de la falta de medicamentos de rutina, las familias sin seguridad social tienen pocas opciones de atención pública a un costo accesible en el país.
La nueva actualización de precios para los servicios que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revela aumentos que van del 3 al 137% en todos los niveles de atención, lo que representa un incremento de hasta nueve mil 902 pesos respecto al monto de este año, y que tendrá un efecto negativo para cerca de 33 millones de personas que no cuentan con ningún tipo de protección social.
Como cada año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) estos aumentos, que responden a una fórmula que toma en cuenta la tasa de inflación reportada en la encuesta del Banco de México, así como los informes del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INCP) desde 2018, lo que arroja un factor de actualización por encima de los registrados en años anteriores.
Para ponderar esta lista, el IMSS divide el costo estimado entre el número de servicios que da al año para obtener el precio que se aplicará desde el primer día de enero de 2022 en todas sus unidades médicas.
Por ejemplo, una cita de medicina familiar dentro de una unidad de primer o segundo nivel del IMSS tendrá un costo de 969 pesos, una cifra 19 veces mayor que el monto promedio en un consultorio de farmacia, y hasta el doble de lo que cobra un médico particular en este tipo de atención básica incluso en un hospital privado.
El costo aprobado para las consultas de especialidades dentro de unidades de segundo o tercer nivel del IMSS es de mil 559 y 2 mil 461 pesos respectivamente, un aumento del 6.5% en relación al precio de este año en ambas categorías, lo que representa una diferencia de hasta tres veces con el monto promedio que se paga en el sector privado. La litotripsia, un procedimiento que se utiliza para deshacer cálculos renales, registró el mayor aumento porcentual en esta nueva actualización del IMSS al pasar de mil 891 pesos a 4 mil 490 pesos por sesión, un aumento del 137.4% respecto a su precio este año, y que pone en riesgo a miles de pacientes ambulatorios que dependen de este tratamiento.
En cuanto al mayor aumento directo para el siguiente año, la hospitalización en terapia intensiva tendrá un incremento de 9 mil 902 pesos para alcanzar un total de 54 mil pesos por cada día que un paciente permanezca en este tipo de unidades, que
han sido fundamentales para la atención durante la pandemia de coronavirus.
La nueva actualización de precios del IMSS incluye tres servicios especiales para el tratamiento de pacientes con coronavirus; el primero es el precio de las unidades de respiración mecánica que tendrán un costo de 39 mil 600 pesos por día de uso, lo que representa un gasto promedio de 270 mil pesos para un tratamiento estándar.
Además, la lista también incluye el precio de dos pruebas de detección de SARS-CoV-2; la de antígenos o rápida tendrá un precio de 319 pesos, un monto 60% más alto que en el sector privado, mientras que la de cadena de reacción de la polimerasa (PCR) costará mil 137 pesos, lo que la coloca un poco por encima del promedio en el mercado.