La pandemia de la Covid-19 marcó un precedente en la salud mental de los mexicanos. Antes del virus, 15% de la población vivía con ansiedad, pero en 2020 esa cifra creció hasta el 50 por ciento. De forma exponencial también aumentó la depresión al pasar de 3% a 27%, de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“Abordar el impacto en la salud mental de la crisis del Covid-19” indica que el crecimiento de estos dos padecimientos mentales es impulsado tanto por la propia pandemia (las muertes causadas por el virus, estrictas medidas de salud pública) como por la crisis económica que desencadenó.
La OCDE reconoció que los temas relacionados con la salud mental han pasado décadas sin ser relevantes, pero el SARS-CoV-2 causó que en países como México, Bélgica, Francia, Italia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y los Estados Unidos, la prevalencia de ansiedad a principios de 2020 fuera el doble o más del doble del nivel observado en años anteriores.
De los 15 países analizados por la organización, México es el que tiene los peores datos en cuanto a ansiedad, pues la diferencia entre el periodo anterior al coronavirus y el posterior es de 35 por ciento.
Desafío. Atender la salud mental de las personas es uno de los principales retos para los sistemas sanitarios del mundo.
Mientras que en lo referente a la depresión, Corea se sitúa en niveles críticos con un un 36.8 por ciento de prevalencia de depresión o síntomas de depresión a principios de 2020, seguido de Suecia con 30 por ciento y un empate entre Australia y México con el 27.6 por ciento.
OCDE detectó que la angustia mental fue particularmente alta al comienzo de la crisis de la Covid-19 en marzo-abril de 2020. Sin embargo, ésta mejoró hacia el verano europeo, que coincidió con el descenso de los contagios y la relajación del confinamiento.
Otro factor que intervino en los temas de salud mental fue el desempleo. Un estudio en el Reino Unido halló que es probable que los participantes de los programas de ayuda en esos casos reporten mejores resultados de salud mental que otras personas sin trabajo.
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