Aunque las alarmas por el cambio climático dan cuenta de los problemas a futuro para realizar la edición invernal de los Juegos Olímpicos, un nuevo estudio publicado en Current Issues in Tourism advierte de una nueva amenaza que deja únicamente una ciudad en todo el mundo como apta para este evento para el año 2100.
Este análisis, que toma en cuenta no solo la presencia de nieve sino también la temperatura, viento y la humedad, detalla que las emisiones contaminantes moderadas provocarán que para 2050 queden únicamente 13 de las 21 sedes con las que se cuenta actualmente. Pero el panorama también toma en cuenta un escenario de emisiones elevadas, lo que dejaría 10 ciudades. Bajo este mismo esquema, los expertos en clima y ambiente alertaron que para el año 2080 se tendrían ocho sedes.
Al sumar los factores que se toman en cuenta para garantizar un juego seguro a los atletas, el número se reduce aún más, ya que para 2050 habrá cuatro opciones viables: Lack Placid en Nueva York, Lillehammer y Oslo en Noruega y Sapporo, en Japón.
Para llegar a esta conclusión, el equipo conformado por Daniel Scott, Natalie LB Knowles y Siyao Ma, entre otros expertos, entrevistaron a varios atletas especializados en disciplinas como esquí y snowboard para conocer las condiciones ideales para practicar sus actividades, aclarando para cada uno la temperatura en la que considerarían que la competencia podría ser injusta o peligrosa. La información fue cotejada con datos climáticos mundiales desde los años 20, lo que ayudó a establecer una tendencia para el aumento de la temperatura.
Y por más desesperanzador que pueda ser este pronóstico, el futuro de la edición de invierno para atletas paralímpicos es peor, ya que al celebrarse en otro mes —más cálido—, enfrenta peores condiciones climáticas.