En el último periodo trimestral de 2022, el consumo del gobierno presentó un debilitamiento, una caída de 0.5 % o de 10 mil 374.7 millones de pesos frente al lapso previo, por lo que tuvo un valor total de 2.17 billones de pesos. Asimismo, las exportaciones perdieron ritmo al registrar una baja de 5.0 % trimestral, uno de los mayores descalabros en los últimos tres años.
El consumo de gobierno es uno de los pilares para que la economía del país fluya, después de los hogares y empresas, el gasto gubernamental es el factor que más empuja la actividad económica.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la caída de lo que gasta el gobierno se compensó por un consumo privado (familias y empresas) que creció un 0.5 % trimestral a 12.9 billones de pesos, lo que representa el 70 % del valor del Producto Interno Bruto (PIB).
El gasto o consumo privado anual se expandió un 4.6 %, y aunque este dato está deflactado, los precios han acelerado de manera heterogénea, es decir, unos aumentan a doble dígito mientras la inflación es a uno, por lo que los hogares han tenido que desembolsar más por productos que les costaban una fracción menor, lo que explica en parte el aumento del gasto.
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Tanto el consumo privado como de gobierno y las exportaciones, son elementos que se integran al Producto Interno Bruto (PIB), y aunque en el cuarto trimestre el crecimiento económico fue de 0.5 %, fue el desempeño más mediocre de los cinco últimos trimestres, pero suficiente para poder retornar al registro del primer trimestre de 2020, lo que significa que prácticamente le tomó tres años la recuperación a la economía por la crisis sanitaria.
Pese al dato positivo del PIB, lo real es que la economía mexicana está presentando signos de debilidad en fundamentales que se consideran para la expansión, pero un dato que debe resaltarse es que la formación bruta de capital fijo aumentó un 3.0 % en el último periodo trimestral de 2022, lo que puede traducirse en signo de confianza empresarial y que la economía podría repuntar en un futuro de mediano o largo plazo, aunque también dependerá del dinamismo de Estados Unidos y que tan profunda sea la recesión que se espera.
Como apunte adicional, según los datos de Inegi, el consumo de gobierno en la administración lopezobradorista tiene una disminución de 0.33 % contra lo que se gastó en el último trimestre en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
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