Existe un discurso del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, donde asegura que el consumo interno es el pilar del crecimiento económico de México para 2023. De cierta manera se ha cumplido esa previsión, aunque lo real es de que las cifras revelan un escenario un tanto gris a lo estimado, ya que lo que se tenía previsto que ingresara a las arcas públicas no ha sido lo que se calculó en la entrega de la Ley de Ingresos de la Federación 2023.
El Gobierno había calculado que en el primer semestre del año debieron haber ingresos por tres billones 654 mil 266.2 millones de pesos, pero lo que realmente han captado son tres billones 464 mil 708.7 millones, una diferencia desfavorable de 189 mil 557.6 millones, unas nueve veces el presupuesto del Instituto Nacional Electoral, o casi 12 veces todo el recurso asignado para el Poder Legislativo en este 2023.
En el informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública del primer semestre de 2023, el impuesto al valor agregado (IVA) cayó 14.2 %, equivalentes a 101 mil 029.9 millones de pesos frente a lo que esperaba recaudar la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es decir, el mercado interno no está tan robusto como lo ha señalado el propio mandatario, ya que los pronósticos no se están cumpliendo de acuerdo con lo trazado. Lo que estimó la Secretaría de Hacienda era un ingreso por IVA de 710 mil 549 millones de pesos en la primera mitad de 2023, pero sólo se pudo percibir unos 609 mil 529.7 millones.
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Si comparamos la captación del IVA del periodo enero-julio de 2022, contra el mismo periodo de 2023, también se observa una importante baja en los ingresos por este impuesto, lo que nos desvela un debilitamiento del consumo de los hogares y empresas, y que tiene una caída de 8.0 % en términos reales, es decir, se captaron 12 mil 029.8 millones de pesos menos que en 2022.
No obstante, lo que salvó una mayor debacle en los ingresos tributarios fueron las empresas y los trabajadores que aportaron un 3.8 % más en las contribuciones por la renta y el trabajo. El impuesto sobre la renta (ISR) fue de un billón 377 mil 826.5 millones de pesos, unos 50 mil 502 millones de pesos más a lo previsto por el órgano encargado de las finanzas del país.
Por el momento, las cifras oficiales evidencian un escenario menos robusto a lo que se estimó, pero también hay otro elemento que dañó de cierta manera las finanzas: el ingreso petrolero tiene un déficit de 220.5 mil millones de pesos, o una caída del 23.9 % con respecto a lo que programó la oficina de De la O, donde la fortaleza del peso le ha jugado en contra a las finanzas del país, aunque se compensa en otros rubros de la Deuda Pública que está en dólares.
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