Desde que se anunció la terna para dirigir a la CNDH, han aparecido en redes sociales diversas publicaciones pagadas y pautadas arcando a Rosario Ibarra y a Arturo Peimbert. A Ibarra la descalifican por ser cercana al presidente López Obrador y a Peimbert le imputan fallas en su atención al caso Nochistlán.
Ambos candidatos en diversos espacios han tenido oportunidad de aclarar sus posturas y enfrentar estas críticas, sin embargo los ataques pagados en redes no pagan.
¿Quien está pagando por esta campaña de ataque y por qué? Según afirman tanto en el equipo de rosario piedra como en el de Arturo Peimbert.
El ataque viene de la propia CNDH, que ha montado un cuarto de guerra en la oficina del secretario técnico de la institución Joaquín Narro. Desde ahí se dirige la guerra sucia digital contra el senado y contra la actual terna con la intención de desarticularla para sustituirla por gente más cercana para que no investiguen presuntos desvíos de los que han sido acusados.
Varios de los ataques detectados, sobre todo a través te twitter, se han ejecutado con cuentas de reciente creación y arrobando las cuentas de senadoras y senadores, principalmente a Ricardo Monreal y Kenia López.
Fuentes consultadas en los equipos de trabajo de piedra y de peimbert han tenido acceso a esta información a partir de denuncias que han realizado colaboradores de la cndh y en ambas oficinas están evaluando si presentan una denuncia formal ante las autoridades correspondientes por el uso indebido de recursos públicos y difamación.