Hasta el cierre de diciembre de 2017, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) detectó casi 6 mil 500 empresas fantasma, que facturaron 1.4 billones de pesos, los cuales no siempre aterrizan en una empresa real, sino que terminan en sindicatos, cooperativas, sociedades anónimas (S.A), “y cualquier forma empresarial que se pueda imaginar” con operaciones simuladas, aseguró su titular Osvaldo Santín. En el marco del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien declaró constitucional que el SAT pueda investigar a las empresas apócrifas y las incluya en una lista de compañías fantasma, dijo que esto les ha permitido recuperar una mayor cantidad de recursos fiscales. En entrevista con Raymundo Riva Palacio para el programa Estrictamente Personal, el funcionario calificó la resolución de la Corte como “fundamental”, añadiendo que las listas se han convertido en “instrumentos más eficaces para disuadir y prevenir que se estén simulando operaciones y con esto lavando dinero de otras actividades”. Advirtió que estas compañías existen en formas distintas y que funcionan al vender facturas para cubrir delitos como defraudación fiscal, el contrabando, lavado de dinero, es decir, todo aquello que proviene de actos de corrupción. Precisó que el objetivo de estas firmas es “crear esquemas muy complejos que buscan que se pierda el rastro del dinero”, por lo que muchas veces lo desviado queda en sindicatos u cooperativas. Insistió en que, para el SAT, lo importante es “encontrar al beneficiario final, persona física que al final del esquema utilizado, obtiene un beneficio indebido”, los que venden facturas a empresas reales que quieren disminuir a su cargo fiscal. Osvaldo Santín dijo que también se podrá el concepto de autocorrección, que podría permitir que sea recaudado el dinero se evadió por estos procesos ilegales. El jefe del SAT dijo que el sector más afectado fue el de los servicios por la difícil medición de sus ingresos y su materialidad. FR/DA
3 de Julio de 2024