En Nuevo León sigue sin llover, pero a su gobernador Samuel García ¡Ah, como le llueven las críticas! Ahora por intentar “robarse” el agua de Coahuila.
El gobernador compartió unos videos en los que se muestra sorprendido por haber descubierto “una mina de oro”; aunque en realidad se trata del río Casillas, que atraviesa los estados de Coahuila y Nuevo León.
El hallazgo de Samuel García podría – así lo considera él – poner fin a la crisis de agua que vive el estado a su cargo, pues las tres presas que abastecen a la población se encuentran en niveles críticos.
Las críticas contra el gobernador surgieron porque el agua del río proviene del municipio de Arteaga, Coahuila, pero también porque en su intento de resolver la escasez de agua, García podría terminar por afectar un ecosistema de la Sierra de Nuncio.
La idea de Samuel llegó a oídos del alcalde de Arteaga, Ramiro Durán, quien salió en defensa del agua que es utilizada por agricultores y ganaderos de la región. Afirmó que el gobernador de Nuevo León puede hacer lo que sea, siempre y cuando no cruce los límites con Coahuila.
Pese a que el agua sería desviada y extraída del lado de Nuevo León, aún está por saber si con ello se afecta su cauce y el porcentaje que llega a los pobladores del lado de Coahuila, algo que deberá resolver la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
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Tras las críticas y la respuesta del alcalde de Arteaga, Samuel García tuvo que salir a aclarar que la extracción del agua en el río Casillas será justo del lado del “Cañón del Tragadero”, ya en el municipio de Rayones, que pertenece a Nuevo León.
“Ilusos, por eso se le llama tragadero de Rayones, NL”, publicó el gobernador para dejar bien en claro que no pretende robar ni saltar fronteras para conseguir el agua.
Lo cierto es que para combatir la escasez de agua, Samuel García ha echado mano de su ingenio para solucionar el problema. Desde bombardear las nubes para que no sigan su recorrido, hasta extraer el agua de un río con poca corriente debido, precisamente a la falta de lluvias.
Como le hicieron ver sus críticos, extraer agua del río Casillas podría originar una sequía pronta del arroyo, pues la demanda en Nuevo León es bastante y la “mina de oro” que presumió el gobernador, era más una corriente que no le llegaba ni a las rodillas. EJ
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