NUEVA YORK, EU.- El cuadro “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci, una obra de más de 500 años y la única del artista renacentista en posesión de un particular y que está en el centro de una batalla judicial, se subastó en un récord de 400 millones de dólares en la casa Christie’s. La cifra final con impuestos de la puja es de 450.3 mdd. El pequeño cuadro pulverizó el miércoles todos los récords del mercado de arte. La afamada casa de subastas informó que este es el mayor precio de subasta para una obra de un artista que pintó en Europa antes del siglo XIX. Bastaron apenas 19 minutos para que el cuadro de cinco siglos de antigüedad alcanzara la astronómica cifra, reduciendo a cenizas el récord anterior de 179.4 millones de dólares pagado por “Les femmes d’Alger (Versión O)”, de Pablo Picasso, en un remate del año 2015. Se cree que el Salvator Mundi (Cristo, Salvador del Mundo) fue pintado en algún momento después de 1505. La pintura muestra a Cristo con una mano levantada, y la otra sosteniendo una esfera de vidrio. La casa anunció el mes pasado la venta de este cuadro y estimó en 100 millones de dólares el valor de la obra de 65 cm por 45 cm, reconocida como un auténtico Leonardo apenas en 2005, ya que antes se creía que era una imitación. Sin embargo, al arrancar la subasta esta tarde fácilmente y en minutos llegó a los 300 millones de dólares y el martillo seguía sonando. El valor alcanzado por el cuadro superó todas las expectativas. Dos pinturas -un De Kooning y un Gauguin- que habían sido negociados de forma privada por unos 300 millones de dólares en 2015, eran consideradas las obras de arte más caras. Este miércoles en la sala de remates las ofertas comenzaron en los 70 millones de dólares, pero en una rápida escalada de 53 ofertas alcanzó los impresionantes 450.3 millones de dólares, un valor que incluye comisiones, gastos extras y tasas de impuesto. En 1958 se vendió en una subasta en Londres por apenas 58 libras esterlinas (60 dólares). Entonces, la pintura se consideraba obra de un seguidor de Leonardo y no un DaVinci genuino.
Puja entre anónimos
A media subasta, la cuestión se convirtió en un duelo entre dos compradores anónimos que hacían sus ofertas por teléfono. Ya cuando las ofertas superaron los 200 millones de dólares el público -que excepcionalmente incluía personas poco habituadas a la atmósfera de estos remates- pasó a acompañar en vilo el duelo. El público rompió la tensión con un fuerte aplauso cuando se oyó el golpe de martillo que anunció el final del remate. El multimillonario Dimitri Rybolovlev, oligarca ruso exiliado que preside actualmente el club de fútbol AS Mónaco, acusa al comerciante de arte suizo Yves Bouvier, que debía ayudarle a invertir en arte, de haberse quedado con márgenes exorbitantes de las obras que le compraba. El Salvator Mundi sería la prueba flagrante de este fraude: Bouvier habría comprado el cuadro en Sotheby’s por 80 millones de dólares en 2013 y luego se lo habría revendido a Rybolovlev por 127.5 millones, embolsándose en el camino unos 47.5 millones.
Algunos estimaron que al volver a colocar el cuadro en subasta, Rybolovlev, cuya batalla con Bouvier se desarrolla en tribunales, espera demostrar que el precio que pagó estaba sumamente inflado. Christie’s se negó a comentar la controversia. “Miren este cuadro, es una obra de arte extraordinaria, es en eso que debemos concentrarnos”, asegura el responsable de cuadros antiguos, François de Poortere. Al mismo tiempo, el valor vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de un ‘calentamiento’ del mercado de arte. Esta visión se fortaleció después de la venta de un Basquiat por 110.5 millones de dólares en 2016. Desde el inicio de los remates de otoño, el lunes, ya se registraron precios elevados. Un Fernand Léger alcanzó los 70 millones de dólares, un Marc Chagall por 28,5 millones y un René Magritte por 20,5 millones. En tanto, el cuadro “Laboureur dans un champ”, de Vincent Van Gogh, fue negociado el lunes por 81.3 millones de dólares, y quedó a un paso de los 82.5 millones que había alcanzado en 1990 el “Portrait du Dr. Gachet”.
Excepcional historia
El precio alcanzado por “Salvator Mundi” es tan excepcional como la propia historia de la obra. El cuadro perteneció a la familia del rey Carlos I de Inglaterra y posteriormente fue considerado perdido durante casi un siglo, hasta que reapareció a fines del siglo XIX. La interminable polémica sobre la autoría del cuadro duró todo el siglo XX hasta que la atribución a Leonardo se tornó pública en 2005, después de numerosos análisis. Aún después de la atribución de 2005 varios especialistas mantienen sus reservas sobre la autoría o al menos sobre la intervención real de Leonardo en el cuadro.
Warhol inspirado por Da Vinci
Para atraer a los coleccionistas, esta joyita fue paseada por Hong Kong, Londres, Nueva York y San Francisco, donde los multimillonarios de Silicon Valley tienen “una conexión particular” con el también inventor Leonardo da Vinci, según Erin McAndrew, jefe de comunicación de Christie’s. Para acentuar aún más el “efecto Da Vinci”, Christie’s lo expone en Nueva York junto a una gigantesca obra de Andy Warhol, “Sixty Last Suppers” (“Sesenta últimas cenas”), inspirado en la célebre “La última cena” del maestro italiano.
Este Warhol (como una hoja de contactos gigante de 60 fotos en blanco y negro de “La Última Cena”) será también adjudicado el miércoles próximo. Su precio se estima en 50 millones de dólares.
Otro Warhol monumental en estas grandes subastas de otoño es una interpretación de los retratos oficiales de Mao de labios rojísimos, pintado en 1972 tras la visita de Nixon a China, valorado en entre 30 y 40 millones de dólares. Este “Mao” que nunca fue expuesto desde 1973 será una de las estrellas de las ventas de Sotheby’s, la gran rival de Christie’s, con un tríptico de Francis Bacon de 1966, “Three Studies of George Dyer”, tres retratos distorsionados del gran amor del artista, con un precio estimado de 35 a 45 millones.
Las dos casas de subastas se regocijan de un mercado del arte constante y equilibrado entre Asia, Europa y Estados Unidos, con la venta de obras de renombre que hace décadas habían salido del circuito.
El F1 de Schumacher, ¿una obra de arte?
Hay para todos los gustos: “Contraste de formas”, una composición abstracta de Fernand Léger de 1913 valorada por Christie’s en unos 65 millones de dólares, será una de las estrellas de las ventas del lunes, junto a “Labrador en un campo” de Van Gogh, pintado desde la ventana del psiquiátrico de Saint Rémy donde el holandés estuvo internado entre 1889 y 1890.
Aunque al parecer su precio quedará por debajo del récord establecido por el “Retrato del Dr. Gachet”, vendido en 82.5 millones de dólares en 1990, este “labrador” está estimado en unos buenos 50 millones de dólares, y es “uno de los mejores Van Gogh” ofrecidos en subasta, según Conor Jordan, de Christie’s. Sin alcanzar esos montos, “Los Novios” de Chagall, realizado en un periodo particularmente feliz del pintor de Vitebsk, estimado en entre 12 y 18 millones, y en la misma familia desde 1928, figura asimismo en el lote de obras ofrecidas esta semana.
El mercado de los Chagall nunca subió demasiado alto porque las casas de subastas no lograban apoderarse de uno de sus cuadros verdaderamente fuertes, pero ahora, por primera vez, tenemos uno”, estima Grégoire Billault, vicepresidente de Sotheby’s.
Excepcionalmente, Sotheby’s añadió a sus ventas de otoño un automóvil de carrera, un Fórmula 1 de Ferrari que ganó el Grand Prix de Mónaco en 2001, con Michael Schumacher al volante. Estimado en entre 4 y 5 millones, será vendido el jueves.
No es una obra de arte”, reconoce Billault, pero “para nuestra generación, los coches juegan un gran papel, todos crecimos con automóviles, soñamos con automóviles, y pensé que estaría bien hacer un pequeño guiño”.
(Con información de AFP. FOTOS: Drew Angerer / Getty Images / AFP, 3 minutos de arte,Van Gogh Gallery, Art Market Monitor, Sothebys, Museo del Novecento) TB/EC