El expresidente de México Carlos Salinas de Gortari se nacionalizó español gracias a un mecanismo de retribución implementado por el gobierno de ese país.
El exmandatario, quien gobernó México de 1988 al año 1994, concretó el trámite a principios del 2021; amparado por ley aprobada en 2013, la cual abre la puerta a los descendientes de los judíos expulsados en el siglo XV a obtener su condición de españoles.
Escarbando en su árbol genealógico, el priista encontró que tiene ancestros sefardíes (denominación para los judíos que vivieron en la Corona de Castilla y la Corona de Aragón hasta su expulsión en 1492 por los Reyes Católicos) por lo que logró su cometido, ser español.
Cabe señalar que el nacido en la Ciudad de México en 1948 no vive en nuestro país desde hace varios años, sino que reside en el Reino Unido.
Se ha hablado de que su lejanía con México y su otra nacionalidad es para evitar eventuales procesos de extradición por presuntos delitos penales. Y es que la ley española ampara a sus conciudadaos ante casos de este tipo.
¿Poner las barbas a remojar?
El beneficio del presidente lo hizo efectivo ahora, aunque lo podía hacer desde 2013, cuando en México se conocer que hay dos expresidentes investigados Enrique Peña Nieto- que reside en España con una visa especial- y Felipe Calderón. De este último no se tiene certeza, pero el secretario de Gobernación dejó ver que hay una investigación internacional.
En una entrevista al diario El País, Salinas de Gortari se justificó diciendo que “los mexicanos tienen el derecho, de acuerdo con la Constitución, de tramitar otra nacionalidad sin menoscabo de la mexicana”.
“De mis motivaciones personales, baste mencionar que estas son de orden genealógico, afectivas y de congruencia con una visión moderna de las interrelaciones compartidas entre naciones y nacionalidades; de orgullo por nuestras raíces, múltiples y diversas”, indicó.
Agregó que “se trata, al final del día, de un derecho de los mexicanos para cuyo ejercicio, como el de cualquier otro derecho de nueva generación, no se requiere acreditar ninguna justificación”.
Incluso presumió sus derechos como europeo. Afirmó que tiene derecho a “asentarse en cualquiera de las 27 naciones de esta gran región”.
“Mi casa familiar y mi familia pertenecen a México; México es mi patria, mi mayor orgullo, mi entrañable tierra natal y siempre lo seguirá siendo”, cierra la nota.
AMLO gustoso
Ante la noticia, pocos quedaron indiferentes, pero fueron los militantes de izquierda quienes reaccionaron con mayor vehemencia.
En este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dijo gustoso de que “el padre de la desigualdad moderna”, como lo llama con frecuencia, haya obtenido la nacionalidad española.
En su conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo tocó el tema aprovechando que fue cuestionado sobre las críticas que realizaron en su contra, desde España, los expresidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.
“Ahora Salinas, ayer, se da a conocer que ya se volvió español, sí, ya le dieron la nacionalidad española, pues es otro personaje, el padre de la desigualdad moderna de nuestro país; entregó las minas, los bancos, las empresas públicas […] Ya tiene nacionalidad española y a mí me da gusto porque no les tengo coraje, ni mucho menos odio”, dijo.
Añadió que el pueblo lo identifica: “¿qué más juicio? Claro que ya la gente los tiene muy bien identificados, ya han recibido ese castigo por su mal proceder”.
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