En un panorama que vuelve a amenazar con la reducción del abastecimiento de combustible ruso, los ministros de la Unión Europea (UE) llegaron a un “acuerdo político” para reducir el uso de gas natural que afecta principalmente a Alemania. La medida contempla reducir su consumo para ser menos dependiente de Rusia, que recientemente anunció obras de mantenimiento en el gasoducto Nord Stream 1.
Tras una reunión de los 27 Estados miembros de la UE, se acordó que cada país que integra la organización haga “todo lo posible” para reducir en al menos un 15% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023, y en casos de escasez extrema, un mecanismo hará obligatoria esa reducción.
“La UE está unida y solidaria. La decisión de hoy ha dejado claro que los Estados miembros se opondrán a cualquier intento ruso de dividir a la UE utilizando el suministro energético como arma”, declaró el ministro checo de Energía, Jozef Sikela, en Bruselas.
Tras este anuncio, los precios del gas europeo continuaron su escalada, lo que ha preocupado tanto a analistas como a la propia UE. “Los stocks europeos están lejos de haber alcanzado el nivel requerido de 90% antes del invierno, y tememos cada vez más que Rusia utilice el gas natural como un arma para obtener concesiones de parte de Occidente”, dijo Tamas Varga, analista de PVM Energy.
A su vez, el gobierno de Estados Unidos calificó la reducción del suministro como “nuestro mayor temor”, ya que el impacto en el continente podría llegar a este país, afectando los precios gas natural y la electricidad, dijo el funcionario.
Al interior de Ucrania, las tropas nacionales continúan en la búsqueda de recuperar los terrenos que han caído en manos de Rusia. Y aunque el Estado Mayor admitió que se han hecho pequeñas incursiones en Donetsk, el objetivo no ha sido cumplido.
Por su parte, Rusia sostendrá una nueva reunión con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con el objetivo de discutir la ofensiva turca en el noreste de Siria, una acción con la que la exrepública soviética dijo estar en desacuerdo en el último encuentro. Asimismo, anunció que dejará de operar en la Estación Espacial Internacional (ISS) después de 2024, lo que alertó a los países que participan en esta misión, tales como Japón y Estados Unidos.
