Este miércoles, el gobierno ruso actualizó la cifra de soldados muertos en el ataque de Makiivka, en la región anexionada de Donetsk, e informó que hasta el momento se contabilizan 89 decesos. Pero también responsabilizó a los propios militares, ya que el general ruso Serguéi Sevriukov dijo que la razón principal del ataque fue “el uso de los teléfonos móviles” por parte de los soldados, lo que permitió revelar su ubicación. “Se tomaron las medidas necesarias para evitar estos incidentes trágicos en el futuro, los responsables rendirán cuentas’’, fueron sus palabras.
Pero los pocos medios independientes rusos tienen otra opinión, ya que cabe la posibilidad de que fueran ubicados por otros medios. “La tecnología militar rusa es un mito, no son buenos”, dijo a AFP Stéphane Dubreuil, experto francés en telecomunicaciones.
El ataque en Makiivka también pone de manifiesto una enorme brecha tecnológica. Kiev dispone de armas occidentales ultramodernas, como los lanzacohetes Himars proporcionados por Estados Unidos, y herramientas de inteligencia técnica con las que Moscú no cuenta.
Por su parte, en un grupo de Telegram que reúne a veteranos y expertos en la guerra rusos, y que cuenta con más de 200 mil seguidores, circuló el siguiente mensaje: “No son los teléfonos móviles ni sus dueños a los que se tiene que reprochar, sino a la negligencia banal de los comandantes que, estoy seguro, ni siquiera intentaron reinstalar al personal fuera del edificio”, mientras que un importante bloguero militar ruso se sumó a las críticas y calificó la versión oficial de “no convincente”.
El almacenamiento de material explosivo en el edificio donde sucedieron los hechos fue otro motivo de fuertes críticas. La cuenta Rybar en Telegram, con un millón de seguidores, calificó como “criminalmente ingenuo” que el ejército guardara municiones junto a los dormitorios, y los corresponsales rusos de guerra han acusado a los comandantes de no aprender de sus errores y de transferir la culpa a los soldados.
La ofensiva en Makiivka es la más mortífera en la guerra contra los soldados rusos, y contrasta con un problema de disciplina en un ejército diezmado por los combates y recientemente reforzado por reclutas movilizados precipitadamente, enviados al frente después de una formación rudimentaria.
Inconformidad. Corresponsales y veteranos rechazaron la versión oficial, y señalaron negligencia en las condiciones de los soldados.
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