La anexión de nuevos territorios por parte de Rusia tuvo un avance significativo este miércoles con una nueva medida de Moscú que facilita que los ucranianos en algunas regiones ocupadas obtengan la ciudadanía rusa. Se trata de las regiones de Jersón y Zaporizhzhia, así como en Crimea y las partes temporalmente ocupadas de las regiones de Donetsk y Luhansk.
El gobierno ruso ya ha entregado miles de pasaportes rusos a los habitantes de estas zonas, una decisión que fue duramente criticada por Ucrania, que a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores declaró que “es una grave violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania, las normas y principios del derecho internacional humanitario y las obligaciones de Rusia como una potencia ocupante de acuerdo con el Artículo 45 de la Convención de La Haya de 1907 y el Artículo 47 de la Convención de 1949 para la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra”.
Además de la violación al derecho que representa la emisión de pasaportes rusos, especialistas temen que facilite la creación de una “agenda” que proporcione reclutas para la invasión en el territorio. “Después de obtener un pasaporte ruso, la Federación Rusa puede llamar a esa persona para el servicio militar y posteriormente involucrarlo en operaciones de combate contra Ucrania”, dijo Yevhen Yaroshenko, analista de la organización de derechos humanos Crimea SOS a CNN.
Aunado a la controversial medida, Moscú exigió el fin de las sanciones a cambio de abrir los puertos ucranianos y permitir la salida de mercancías como granos y otros alimentos. Al respecto, Dmytro Kuleba, canciller ucraniano, dijo que se trata de “un chantaje”, y pidió a Occidente acabar totalmente con las exportaciones rusas como represalia. Cabe recordar que Ucrania posee algunas de las tierras más fértiles del mundo, y es el principal exportador de granos, por lo que el bloqueo por parte de Rusia pone en peligro la alimentación a nivel internacional.
Asimismo, Ucrania continuó en la jornada de juicios a los responsables de crímenes de guerra. En este sentido, dos presuntos combatientes del Grupo Wagner de Bielorrusia han sido acusados de asesinar a civiles cerca de Kiev, lo que los convierte en los primeros mercenarios internacionales en enfrentar cargos por el delito ya mencionado.