Como nueva respuesta a las sanciones internacionales que se han impuesto, el gobierno de Rusia anunció esta semana que multó al gigante estadounidense Google por no retirar contenidos que denunciaban la ofensiva en Ucrania.
AFP informó que la multa, consistente en 21 mil millones de rublos (aproximadamente 360 millones de dólares), fue anunciada por Roskomnadzor, el organismo de control de las comunicaciones en Rusia, y en realidad se trata de una condena recurrente, ya que según la ley, la empresa fue sancionada en función de “su facturación anual” en Rusia.
Anteriormente, Roskomnadzor acusó a Google y YouTube de actividades “terroristas” en marzo, presagiando un posible bloqueo del sitio en Rusia, de la misma forma que lo han hecho Twitter, Instagram y muchos medios independientes desde el ataque en Ucrania.
La agencia dijo que la plataforma de vídeos YouTube, propiedad de Google, no había bloqueado “la información falsa” sobre la ofensiva en Ucrania ni tampoco los contenidos que “propagan el extremismo y el terrorismo” o que “llaman a los menores a participar en manifestaciones no autorizadas”.
Incluso antes de la guerra, las autoridades rusas han aumentado la presión sobre las principales compañías digitales occidentales, con multas y amenazas sistemáticas, con la esperanza de silenciar las críticas en Internet, uno de los espacios de libre expresión que aún quedan en el territorio.
Cabe destacar que la empresa abandonó el mercado ruso para denunciar la ofensiva militar cuando comenzó la invasión a Ucrania, aunque en esta ocasión, la multa impuesta es la más alta aplicada a una empresa de alta tecnología en Rusia.
AFP informó que las autoridades rusas han reforzado fuertemente el arsenal legal para controlar la comunicación sobre la operación militar, amenazando con penas de hasta 15 años de prisión a quienes difundan “información falsa” sobre el ejército ruso.
De acuerdo con la ley, la empresa fue sancionada en función de “su facturación anual” en Rusia.
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