Rusia, cómo esquivar sanciones y darle un revés a Occidente

2 de Febrero de 2025

Rusia, cómo esquivar sanciones y darle un revés a Occidente

En la medida en que la guerra frena el acceso a servicios y bienes queridos en Rusia, otros productos análogos están cobrando importancia para escuchar música, ver películas, hacer operaciones internacionales y hasta comprar productos de foráneos

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Rusia es actualmente el país más sancionado del mundo, luego de que el 24 de febrero el Kremlin decidiera iniciar una campaña militar contra Ucrania. Las restricciones, no sólo congelan el dinero de políticos y magnates, sino que han restringido el acceso de la población a los más importantes destinos del mundo desarrollado, así como a servicios y mercancías de uso cotidiano.

Pero en el mundo actual, donde la tecnología es global, masiva y virtual, los bloqueos ya no son los mismos que aquellos del siglo XX, cuando la entonces Unión Soviética estaba aislada del mundo. Hoy es posible escapar de algunas de las sanciones impuestas, un revés en los planes de Occidente.

Las fintech al rescate

Días después de que empezara la guerra, Rusia fue expulsada del sistema de transferencias internacionales SWIFT, en tanto que los principales sistemas de pago —MasterCard, Visa y American Express— y las más grandes plataformas de depósitos internacionales —PayPal, MoneyGram, Western Union— decidieron pausar o terminar sus operaciones en el país.

Más allá del consumidor promedio, quien sin problemas puede utilizar el sistema de pagos rusos MIR en su día a día, estas restricciones afectan principalmente a las empresas en la exnación soviética que reciben y envían grandes sumas de capitales al exterior, y en menor medida a los extranjeros en el país que no generan ingresos en rublos.

Para enfrentar esta medida, las personas están recurriendo a bancos virtuales como TinkOff, una institución financiera 100% digital fundada en 2006 por el magnate Oleg Tinkov. La plataforma, tiene registros legales en Nueva York, a través de la empresa experta en servicios financieros, J.P. Morgan, y en Viena, por vía del banco Raiffeisen International.

Gracias a estas alianzas, el neobanco pudo mantener las transacciones SWIFT hasta hace tres semanas, cuando decidió pausarlas hasta el próximo octubre, con el fin de encontrar la manera de hacer redituable el servicio.

Pero como no hay nada que detenga al capital, existe otra manera de tener acceso a divisas internacionales: las criptomonedas. Así como es sabido que países como Venezuela o Corea del Norte utilizan BitCoin o cualquier otro dinero virtual para burlar las restricciones impuestas por Estados Unidos y Europa, con la guerra, en Rusia los activos digitales han cobrado gran relevancia, al punto de que en junio, la Duma aprobó una ley que exime a los emisores de criptomonedas del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Otra alternativa para darle la vuelta a las restricciones, incipiente por la complejidad que implica conectar a toda una nación a una nueva estructura financiera de un día para otro, es a través de las tarjetas Union Pay, el sistema de pagos de China que, al no estar restringido en el mundo, les permite a los inversionistas, empresarios y a cualquier persona física en Rusia tener acceso a los mercados internacionales y viceversa.

El market place que desconoce tiempos y geografías

El minorista en línea ruso, Wildberries, lidera el mercado de comercio digital y ni las sanciones ni la crisis económica en el país han podido frenar sus operaciones. En el primer semestre de 2022, los ingresos de la compañía crecieron 94%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta 628 mil 700 millones de rublos.

Luego de la salida de marcas extranjeras como H&M o Nike, la plataforma se ha convertido en el centro comercial más importante del país, pues en ella se pueden comprar marcas que anunciaron el cese de sus operaciones tras la invasión de Ucrania.

Un gran ejemplo de ello son los productos de la cadena de moda Inditex, quien el 5 de marzo anunció el cierre de sus puntos de ventas debido a la operación militar iniciada por Moscú. A pesar de que sus tiendas físicas no abren más, en Wildberries todavía es posible comprar ropa de Zara, Bershka, Stradivarius o Massimo Dutti con sólo dar clic.

Otras marcas como Mango y Adidas, que también cesaron sus operaciones el 4 y 8 de marzo, respectivamente, pueden ser adquiridas en línea, igualmente, sin ninguna barrera. Ni si quiera de dinero. Y es que en el market place es posible pagar con tarjetas Visa y MasterCard, una prueba comprobada por quien esto escribe.

Escalas en el mundo árabe: la alternativa de viaje

Con la guerra, desplazarse fuera de Rusia se ha convertido en todo un desafío. La aerolínea estatal Aeroflot, quien controlaba el mercado, no tiene permitido sobrevolar ni hacer escala en los principales destinos del mundo como París, Londres, Berlín o Nueva York. A esta restricción debe sumarse, la salida de Rusia de las líneas aéreas más grandes del mundo como American Airlines, Delta, British Airways o Lufthansa.

Pero la falta de oferta en contraste con la alta demanda ha provocado que se creen vías alternas de transporte para salir y entrar de Rusia.

La principal alternativa es adquirir vuelos de operadores de mayor y menor relevancia del mundo árabe como Azerbaijan Airlines, EgyptAir, Emitrates, Etihad, Gulf Air, Qatar Airways o Turkish Airlines, ya que haciendo escala en estos países es posible después viajar a cualquier destino.

El problema es que los viajes que ofrecen estas empresas son muy largos, en virtud de que no hay vuelos directos, además de caros. Antes de la invasión, un billete redondo de Moscú a Ciudad de México costaba 70 mil rublos (casi 23 mil pesos), actualmente el pasaje cuesta, por más barato, 256 mil rublos (alrededor de 83 mil pesos) a través de Emirates, con una duración de más de 48 horas.

El secretario de Turismo, Miguel Torruco ya invitó a Aeroflot a abrir un vuelo directo a la Ciudad de México vía el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, una alternativa no explorada por la aerolínea rusa, pero que podría poner a México como un importante punto de destino, si el conflicto armado sigue extendiéndose.

Hay otras dos maneras de acceder a Europa desde Rusia, sin emplear a las aerolíneas árabes. La primera es a través de Finlandia, pero esta opción también supone un gran viaje, ya que primero hay que llegar a San Petersburgo, en la esquina noroccidental de Rusia, y de ahí tomar un camión con destino a Helsinki, ya que no hay vuelos directos.

En la capital finesa es posible viajar, por tren, camión o avión, a cualquier lugar del mundo. La segunda alternativa es a través de Kaliningrado, una ciudad portuaria extraterritorial de Rusia, ubicada entre Polonia y Lituania, a la cual se puede llegar vía aérea y desde allí desplazarse en camión a los países vecinos, donde no hay restricciones de viaje.

Delicioso y punto: mismo sabor, distinto operador

McDonald’s es el restaurante de hamburguesas más grande del mundo. Los rusos disfrutaban de sus productos y fue un duro golpe entre la población la salida de la empresa del país. El duelo, sin embargo, no fue largo, y es que sus activos fueron comprados por la rusa Вкусно и Точка, o Delicios y Punto en español. Actualmente es posible disfrutar del mismo sabor en los comedores de esta nueva marca, y aunque no se venden todos los productos emblemáticos del impero estadounidense, como la Cajita Feliz, el McFlurrry o la Big Mac, no hacen falta, los mismos proveedores y empleados que laboraban en aquella cadena siguen trabajando para entregar platillos casi idénticos a los del viejo negocio.

En la medida en que la guerra frena el acceso a servicios y bienes queridos en Rusia, otros productos análogos también están cobrando importancia como Yandex.Music y Yandex.Maps en vez de Spotify y Google Maps, VK en lugar de Facebook, Telegram por WhatsApp o en el futuro Yappi, que pretende convertirse en el TikTok ruso.

Adiós Hollywood, hola internet

Cuando la operación en Ucrania empezó, la película The Batman estaba por estrenarse en Rusia. En los cines del país ya se anunciaba su llegada, pero debido a la invasión, Warner Bros decidió frenar la distribución de todos sus filmes, entre ellos, el del Caballero de la noche.

Y no fue la única casa productora en hacerlo, otras empresas de entretenimiento como Disney, Sony Pictures o Netflix tomaron decisiones similares, por lo que hoy es casi imposible ver en la cartelera del país películas de Hollywood, así como europeas.

Con esta medida, los cines rusos recurren a contenido nacional y a viejos títulos internacionales como El lobo de Wall Street o la mexicana Un rescate de huevitos. Una medida que no ha podido frenar la caída de las ventas en taquilla, que en marzo se hundieron 50% en comparación con el mismo mes del año anterior.

Para ver los estrenos de las grandes productoras no bastan los cines. Hay que recurrir a la web, en donde hay diversas opciones para ver contenido extranjero. La más sencilla es YouTube que, además de almacenar videos de millones de creadores, permite a los usuarios comprar cientos de películas a una módica cantidad, si bien el estreno de los filmes más esperados puede ser retardado.

Otra opción son los servicios de streaming. Plataformas rusas como Kinopoisk incluyen dentro de su catálogo cientos de títulos hollywoodenses al contratar una suscripción mensual, el problema, en este caso, es que por las sanciones el inventario de largometrajes populares es reducido.

›Para resolver el conflicto entre disponibilidad y variedad de películas se puede recurrir a sitios como Cuevana, donde se pueden ver las cintas más taquilleras de manera casi inmediata y sin costo alguno. El único obstáculo, en este caso, es contar con un buen internet.

La red privada virtual: la herramienta aliada

“Contenido no disponible en su país”, “Sitio restringido”, “No se puede acceder a este sitio” o

simplemente “Error”, son los mensajes que aparecen en Rusia cuando se intenta acceder a Instagram, Facebook, Snapchat o a sitios soportados por Amazon Cloud, como El Economista de México, luego de que estas corporaciones dejaran de operar en el país europeo.

En tanto que aplicaciones como TikTok aún funcionan, pero con grandes restricciones para evitar la “promoción” de conductas y mensajes “terroristas” o “difamatorios” de la campaña militar en Ucrania.

Para hacer frente a esta limitante es necesario ocultar la dirección IP del internet, que posiciona al usuario en Rusia, y redirigirla a un destino libre de sanciones. Para ello se utiliza una Red Privada Virtual (VPN), la cual puede descargarse desde cualquier portal de aplicaciones como Apple Store o Google Play y ser usada sin mayores complicaciones, pues sólo requiere ser activada.

Gracias al VPN los internautas en Rusia siguen posteando contenido en redes sociales y leyendo noticias desde Occidente, muy a pesar de lo que quisiera el Kremlin.

Los mercados negros siempre han existido, y el burlar leyes y decretos no es algo nuevo; sin embargo, la facilidad y practicidad que existen actualmente permite hacerlo a cualquiera. El universo virtual ha demostrado ser difícil de controlar, incluso en tiempos de paz, y es gracias a esta cualidad que los rusos siguen disfrutando de servicios y productos restringidos.

Pero no todo esta en la web, pues el gobierno, en colaboración con los empresarios, están inyectando enormes sumas de capital para sustituir y capturar los mercados que estaban en manos de extranjeros, el gran coste: la estabilidad económica del país. Es cierto, las sanciones pueden ser burladas, muy a pesar de Occidente, sin embargo, su impacto no deja de ser menor, muy a pesar de Rusia.

El secretario de Turismo, Miguel Torruco, invitó a LA RUSA, Aeroflot, a abrir un vuelo directo a la cdmx vía el AIFA, esto poNdría a México como punto de destino, si el conflicto armado se extIENDE.