Dada la situación económica de nuestro país, el tema fiscal es sin duda de la mayor importancia y su reforma es más que urgente, sobre todo tomando en cuenta las cifras correspondientes al año pasado que han sido dadas a conocer paulatinamente. La última en conocerse fue proporcionada por el INEGI. Se trató del dato del crecimiento económico para el primer año de este gobierno, mismo que fue negativo en 0.1 por ciento en términos reales.
Las justificaciones dadas para este negativo dato han sido muchas y variadas, pero el gran problema que tienen las autoridades es que debe haber un discurso consecuente y que se ajuste a la realidad.
Algunos servidores públicos lo han hecho y otros no, lo que provoca dudas y reclamos, muchos de ellos provenientes del sector privado que, a pesar de tener a un representante distinguido dentro de Palacio Nacional, nada ha hecho por la inversión productiva, más allá de firmar dos acuerdos con la presencia del Presidente y no cumplirlos.
En junio pasado se firmó el “Convenio para Promover la Inversión y el Desarrollo Incluyente”, mediante el cual se comprometían a incrementar de 30 a 32 mil millones de dólares la inversión que realizan anualmente. Meses más tarde, se celebró otra rimbombante firma, la del “Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura”, el cual pretende incrementar la inversión privada y pública a 20 y 5 por ciento, respectivamente. Además, el Presidente se reúne frecuentemente con los hombres más ricos del país, que forman parte de un Consejo Asesor.
Por último, la semana pasada se creó el “Gabinete para el Fomento a la Inversión y el Crecimiento Económico”, con la participación de cinco secretarías de Estado y el coordinador de este gabinete es, para no variar, el inefable Alfonso Romo. Nos preguntamos qué ha hecho el señor Romo para merecer dicho cargo, después de que, a pesar de firmar y firmar compromisos, los miembros del sector privado no han invertido; la mejor demostración de ello es el crecimiento negativo del año pasado. Además, surge una pregunta, ¿el secretario de Hacienda y Crédito Público va a ser coordinado por el jefe de la Oficina del Presidente?
Ahora bien, el sector público tampoco ha invertido lo que tenía presupuestado para el ejercicio anterior y esta es una irresponsabilidad grave del gobierno. Si con recursos escasos no se invierte, debería haber consecuencias para los responsables, pero hasta ahora nadie ha sido sancionado por ello.
El sector público está urgido de recursos, no solo para los mega proyectos, algunos nada rentables, que ha divulgado, sino también para los miles de millones que está repartiendo a la población dentro de sus programas sociales, muchos de ellos de claro beneficio para los más necesitados.
En esto de los programas sociales hay una danza de cifras que creemos muchas veces son dadas al Presidente sin la menor confirmación o haciendo trampa; casos como el de “adultos mayores” o “sembrando vida” son ejemplo de ello. A esto le agregamos la falta de reglas de operación que permite la mentira por la nula comprobación, o el engaño. De ahí vienen los reclamos de la población, cada día mayores y preocupantes en las giras del Presidente.
La única forma de obtener más recursos en el corto plazo es con una verdadera reforma fiscal. En una nota de EjeCentral del pasado día 3, hay unas declaraciones del secretario Arturo Herrera, quien expresa que “la población tendrá que pagar más impuestos de una forma u otra forma”, agregando que quieren que haya una discusión amplia. Qué bueno que va a haber una discusión amplia en la que participen todos aquellos interesados en una mejora recaudatoria en este país.
Lo importante es que se haga ya y que logremos que todos paguen sus impuestos, pero, sobre todo, que los que más ganan paguen por primera vez mucho más de lo que lo están haciendo.